Su Matrimonio y ascenso a la prominencia.
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| Ilustración de Rabí Akiva, Mantua Hagadá (1568) |
Cuando los suegros ricos se enteraron de su matrimonio les desheredaron, y la pareja vivía en la pobreza calamitosa (Nedarim 50a). Sin embargo, Rachel continuó creyendo en él y le animó a salir de casa para estudiar la Torá, como era la costumbre. Se fue por 12 años y luego regresó. Antes de saludar a su esposa, él la oyó decir a un vecino: "Si él quiere volver durante otros doce años, yo con mucho gusto le estaría de acuerdo." Él entonces volvió a sus estudios por otros 12 años.
En esos 24 años que estudió con grandes hombres como Rabí Eliezer ben Horkenus y el rabino Joshua ben Ananías. Incluso el rabino Tarfon, a los cuales nos encontramos todo el tiempo en el Talmud con el rabino Akiva, quien originalmente fue su maestro. Sin embargo, el rabino Akiva llegó a convertirse en un compañero de ellos. Él se elevó a causa de su gran tenacidad... porque el agua desgasta la roca.
Después de 24 años, regresó a casa con 24.000 estudiantes, jefe de la yeshiva más grande en la tierra de Israel. Aunque su reputación lo precedía, Kalba Savua no sabía que el gran hombre que venía a la ciudad era su yerno Akiva. Sin embargo, él había estado albergando remordimientos sobre su promesa de desheredar a su hija y decidió pedir al gran hombre si podía anular su voto.
"Si hubieras sabido que su marido iba a ser un gran hombre, ¿Habría hecho el voto? Rabí Akiva le preguntó.
"¿Por qué?, ¡Si él no sabía ni un capítulo, ni una ley!" Respondió Kalba Savua.
El rabino Akiva entonces dijo, " soy él. "
Se inclinó y le dio un beso en sus pies, y le dio la mitad de sus bienes (Kesuvos 62b-63a).
El Talmud (Nedarim 50a-b), dice que durante el curso de su vida el Rabino Akiva se hizo rico a partir de tres maneras diferentes. La primera era de su suegro, Kalba Savuah. La segunda era de un naufragio. Había un tesoro grande oculto en la parte delantera de la nave y cuando quedó encallado en la orilla, el Rabino Akiva lo encontró. La tercera fuente de su riqueza provenía de su tercera esposa. Después de que Raquel murió, se casó con la viuda del procurador romano, Turno Rufo ("Turno", que significa "Tirano"), que fue brutal para los judíos. Sin embargo, su esposa tenía un alma diferente y después de que él muriera ella convirtió al judaísmo. Rabí Akiva, finalmente se casó con ella, y trajo con ella la riqueza de Turno Rufo.
Rabí Akiva fue un hombre rico de diferentes formas, pero no era la riqueza lo que hizo al hombre. Fue Rabí Akiva quien hizo al rabino Akiva. Fue su riqueza interior quien hizo al rabino Akiva.
El Significado de Amor.
Rabí Akiva solía decir: "Ama a tu prójimo como a ti mismo - esta es la gran regla de la Torah.” Él la satisfizo de muchas maneras. Nadie dispensó más caridad que él. Él estaba a cargo de las organizaciones de la caridad y apoyó a toda la gente pobre.
Era el rabino Akiva quien dijo que si toda la Torah se considera sagrado, entonces "Cantar de los Cantares" de Salomón - que utiliza el amor entre un hombre y una mujer como metáfora para el amor entre el D's e Israel - es "el Sanctasanctórum" (lo más sagrado).
Cuando Rabí Akiva estaba siendo torturado hasta la muerte por los romanos, dijo, "Amar a D's con toda el alma significa incluso si Él toma tu vida."
La máxima favorita del Rabino Akiva era, "Todo lo que D's hace lo hace para lo bueno." Una vez, después de que él no pudiera encontrar cualquier lugar para dormir en cierta ciudad, él pasó la noche solo en el bosque y repitió su máxima con calma: "Todo lo que Dios hace es para lo bueno." Entonces, uno tras otro, sucedió que: un león devoró su asno, un gato mató su gallo y el viento extinguió su vela. Cada vez él dijo, "Todo lo que D's hace es para lo bueno." Cuando llegó el amanecer, descubrió que una banda de ladrones había caído sobre la ciudad y llevó a sus habitantes a la cautividad. Sólo él se había escapado porque su burro y el gallo no estaban cerca para hacer algún ruido y su vela apagada no dio de lejos su ubicación (Berajot 60b).
El maestro de Rabí Akiva fue Nachum Ish Gamzu, quien siempre decía: "Esto también es para lo bueno." El rabino Akiva vivió semejantemente por la regla de que cualquier cosa que suceda es para bien. Él además entendió que de lo malo, el bien puede venir. A partir de los problemas, de la adversidad, podemos convertirlo en algo bueno.
Por lo tanto, nos encontramos con que Rabí Akiva se ríe cuando otros lloran. Mientras que el rabino Akiva estaba caminando con algunos compañeros se encontraron con el templo en su estado destruido. Otros rabinos que estaban con él lloraron, pero Rabí Akiva rió.
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Moneda de la época de la rebelión de Bar Kojba.
En la inscripción de la moneda se puede ver las
cuatro especies (incluso el mirto y el sauce).
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"¿Por qué lloran?", Respondió.
"¿Por qué estamos llorando? Mira el Monte del Templo. ¿No es eso algo para llorar? "
"Por eso mismo me río."
Luego explicó que, además de la profecía que se destruyó el Templo fue la profecía de que el Templo será reconstruido y el pueblo judío redimido. Hasta que vi que la profecía de la destrucción se cumplió pensé que no lo quisieron decir literalmente. Sin embargo, ahora que veo que la profecía negativa se cumplió literalmente, entonces sé que la profecía positiva también será cumplida literalmente. De lo malo, veo lo bueno. A partir de los apuros que veo la redención".
Rabino Akiva dijo: “Queridos son los sufrimientos”- una persona debería apreciar problemas, porque de los problemas crecemos. Sin problemas una persona no tiene acceso a lo más profundo de su potencial. Una gran persona se hace más grande con los grandes problemas. Esa fue la opinión de Rabí Akiva sobre la vida. Ese fue el rabino Akiva.
