Divrei Eliyahu Ovadyah
La
Toráh en esta Parashá Matót dice que si una persona siendo hombre hace una
promesa, esta queda en pie, pero si es una mujer que aún vive con su padre,
este puede anular la promesa hecha por ella y El Eterno la perdonará. En cambio
si una mujer comprometida en matrimonio hace una promesa, si su prometido
escucha y guarda silencio, todas sus promesas y prohibiciones quedan en pie. El
Midrásh dice al respecto: Si alguien toma un
juramento o un voto y luego se da cuenta que es demasiado difícil para él cumplir,
puede ir a un talmid jajam que es un experto en
las halajót (leyes), o a tres
legos. Ellos pueden absolverlo sobre la base de su declaración de que al tiempo
de tomar la promesa él no era completamente consciente de todas sus
implicancias. Si él hubiera comprendido todas las dificultades de mantenerla,
no habría actuado así.
Así, la promesa fue un error de su parte. El
explica los detalles de su promesa al juez (o jueces), quien determina si las
circunstancias le permiten conceder una absolución. Si él descubre un punto de
arrepentimiento del cual la persona que tomó el juramento no era consciente en
el momento, puede absolverla. "¿Hubierais hecho vuestra promesa si
supierais que más tarde lo lamentaríais?" le pregunta el juez. "No,"
replica la persona que tomó el juramento. Estáis liberado de él,"
sentencia el juez.
El libro de Kohelét 5:5 dice al respecto: “Mejor es que no
prometas, que no que prometas y no pagues”. El Judaísmo basado en la Toráh,
dice que un juramento o promesa es obligatorio cuando es
tomado por un muchacho desde la edad de trece años y una muchacha desde la edad
de doce, (o por un muchacho de doce y una muchacha de once si ellos entienden
su significado). El Eterno entiende perfectamente la
naturaleza humana y conoce que una persona puede lamentar más tarde su promesa
obligatoria, El nos dio modos para anularlo. Al principio de la Parashá, la
Toráh nos dice que Moshé les habló a los jefes de las tribus para explicarles
la Halajá acerca del juramento.
La
palabra: Tribus en Ivrit es: Matót, y tiene un valor numérico de: Mem=40,
Tet=9, Vav=6 y Tav=400, total=455. Este es el mismo valor en gematría de la
palabra: Admatí/Mi tierra (Divrei Hayamim 7:20): Álef=1, Dálet=4, Mem=40,
Tav=400 y Yud=10, total=455. ¡Aún la matemática espiritual nos muestra que la
tierra de Israel solo pertenece a las doce tribus, a nosotros los
Judíos. ¡Palestina solo existió hasta su creación en el año 1964, no
hay excusa para que ellos digan que la tierra de Israel no es de nosotros los
Judíos!
El Eterno le dice a Moshé, que nuestro Pueblo
Israel tomará revancha sobre los Midianitas (¡Así también tomaremos revancha de
Hamás BeEzrat Elyón!). Se enlistan para la guerra mil hombres de cada tribu, es
decir en total fueron doce mil hombres. Fueron acribillados los cinco reyes de
Midián y también a espada Bilám hijo de Beor (La Toráh She Be AlPéh dice que el
mismo Moshé lo mató).
Se
menciona en esta parte de la Toráh que El Eterno Ordenó a Moshé, que se deben
Kasherizar los utensilios y vestimentas derivados de la cabra, de madera, de
oro, plata, cobre, hierro, estaño y plomo. La Kasherización es de esta forma:
Todo utensilio que se emplea sobre el fuego, hay que pasarlo sobre el mismo y
sumergirlo en una fuente de agua natural. Los utensilios que no se utilizan
sobre el fuego, basta con sumergirlos en la fuente de agua.
También
las personas que participaron en la guerra debían hacer tevilá para poder
ingresar de nuevo al campamento. El Eterno le Ordena a Moshé, que él y Elazar,
junto a los jefes de la Comunidad debían repartir el botín de esta forma: La
mitad será para los soldados que salieron a la guerra y la otra mitad será para
la comunidad.
Los
descendientes de Reuvén y de Gad poseían mucho ganado, observaron la tierra de
Iazer y de Guilád, y vieron que eran aptas para sus animales. Fueron con Moshé,
Elazar y los jefes de la comunidad a pedirles los territorios ubicados al este
del Yardén como propiedad eterna. Moshé les entrega a ellos y a media tribu de
Menashé, el reino de Sijón y de Og, así como las ciudades comprendidas entre
sus fronteras. ¡En ocasiones debemos manifestar nuestro pedido, porque en el
Cielo ya han decretado que será nuestro!
Haftaráh
Matót: Yirmeyahu/Jeremías 1:1 - 2:3.
“Te conocí antes de que te formara en
el vientre. Y antes de que emergieses del vientre materno, te santifiqué y te
designé profeta para las naciones Pero yo respondí: “Ay de mí, Eterno, Elohim.
Mira que no sé hablar pues aún soy niño!”. El Eterno me dijo: “No digas: ‘Soy
niño’, pues irás adonde Yo te envíe y dirás todo lo que Yo te mande. No les
temas, pues Yo estoy contigo y Yo te salvaré, dijo El Eterno.” Luego, El Eterno
extendió Su mano y me tocó la boca — El Eterno me dijo: “Mira, pongo Mis
palabras en tu boca”.
La
Parashá nos habla al inicio de ella que un juramento es algo muy solemne y no
debe anularse por cualquier motivo. La Haftará nos enseña que debemos hablar la
Palabra del Eterno, pues Él nos Respalda para que proclamemos Su verdad. No
podemos quedarnos callados, sino como dijo Su Profeta: Toquen trompeta en
Tzión, y pregonen en mi santo monte: tiemblen todos los habitantes de la
tierra; porque viene el día del Eterno, porque está cercano. (Yoel 2:1).
¡Shabbát Shalóm VeShavúa Tov✡!
Por:
Talmid Thyto Eliyahu Ovadyah Ben
Avraham Morales Sh´litá. 21 de Tamuz de 5774/19 de Julio del 2014, Hermosillo,
Sonora, México.
Muchas gracias por esta bella enseñanza, los judios sefarditas de latinoamerica estan recobrandosus origenes y el amor que sienten por Israel, y saldran a defenderla....Shaolm
ResponderEliminarJEREMIAS 1:5
ResponderEliminar4 Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:
5 Antes que yo te formara en el seno materno, te conocí, y antes que nacieras, te consagré, te puse por profeta a las naciones