01 diciembre 2014

“Sin lugar a dudas: Yaacov Avinu durmió sobre el lugar donde se erigirían los Batim Hamikdashim”. Por: Thyto Eliyahu Ovadyah y Rivkáh Jayáh Xiomara.



La Toráh nos muestra en esta hermosa historia del Séfer Bereshit, que la palabra Makóm/Lugar, aparece cuatro veces mencionada en los tres siguientes Pesukim del Pérek 28: (11 Y se encontró con un lugar, y tomó de las piedras de aquel lugar, 16 Ciertamente está El Eterno en este lugar pero yo no lo sabía y 17 Sintió temor y dijo: ¡Que temible es este lugar!) Además Makóm es uno de los Nombres usados por nosotros los Mekubalim para referirnos al Eterno. La cuádruple mención de la palabra lugar alude a los cuatro Batim Hamikdashim: 1. El primero construido por Shelomó HaMélej, 2.- El segundo construido por el Rey Darío y reconstruido por Herodes, 3.- El tercero que será reconstruido próximamente, y 4.- El último que descenderá desde el cielo.

Bereshit 28:10.- Y salió Yaacov de Beer Shavá, y fue a Jaranah/Jarán; 11 Y se encontró con un lugar, y durmió allí porque ya el sol se había puesto: y tomó de las piedras de aquel lugar y puso a su cabecera, y se acostó en aquel lugar. 12 Y soñó, y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su cabecera tocaba en el cielo: y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella. 13 Y he aquí, El Eterno estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy El Eterno, el Dios de Avraham tu padre, y el Dios de Yitzják: la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia. 14 Y será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás hacia el oeste, el este, el norte y el sur y todas las familias de la tierra se bendecirán por ti y en tu descendencia. 15 Y he aquí, yo soy contigo, y te cuidaré por donde quiera que vayas, y te regresaré a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que he hablado a ti. 16 Y despertó Yaacov de su sueño dijo: Ciertamente está El Eterno en este lugar pero yo no lo sabía.17 Sintió temor y dijo: ¡Que temible es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios, y portón del cielo.

El Nombre de HaKadósh Barúj Hu se encuentra codificado en el relato donde Yaacov Avinu se acuesta a descansar y a dormir, pues es el mismo Monte Moriáh, donde se encuentra Ir Hakódesh Yerushaláyim. Yerushaláyim es la ciudad que El Eterno eligió de todas las tribus de Israel para poner allí Su Nombre (Melajim Álef 14:21). En el Pérek 28, pasúk 11 encontramos la Yud de Su Nombre en la palabra: Vayifegah/Y encontró. A partir de la letra Yud contamos hacia adelante diecinueve letras, y en el mismo pasúk 11, encontraremos la letra Hei de Su Nombre en la palabra: HaShémesh/El sol. ¡Localizamos El Nombre del Eterno: Yud Hei!

¡También el Templo Sagrado está codificado aquí!

En el mismo Pérek 28, pasúk 13, a partir de la primera Álef del nombre Avraham, contamos hacia atrás 26 letras y encontraremos en el mismo pasúk 13, la letra Hei en el Nombre del Eterno, continuamos contando hacia atrás 26 letras y en el pasúk 12, encontraremos la letra Lámed en la palabra: Mensajeros/Ángeles de, continuamos contando hacia atrás 26 letras y en el mismo pasúk 12, encontraremos la letra Tzadi en la palabra: Mutzav/Que estaba, continuamos contando hacia atrás 26 letras y en el pasúk 11, hallaremos la letra Yud en la palabra: Vayishkav/Y se acostó. Continuamos contando hacia atrás 26 letras y en el mismo pasúk 11, hallaremos la letra Vav en la palabra: Vayikaj/Y se puso. Por última vez seguimos contando 26 letras hacia atrás y en pasúk 10, hallaremos la letra Nun en la palabra: Jaranah/Jarán.  ¡Descubrimos la palabra: Ohel Tzión/Tabernáculo – Templo- Santuario de Tzión! ¡La Casa de Dios y Portón del cielo! 

Sigamos proclamando Birkát Yerushaláyim: “Rajem A. Eloheinu Al Israel Ameja Veal Yerushaláyim Ireja Veal Tzión Mishkán Kevodeja Veal Maljút Beit David Mishijeja Veal Habait Hagadól Vehakadósh Shenikrá Shimeja”. “Misericordia Eterno Nuestro Dios, sobre Israel Tu pueblo y sobre Yerushaláyim Tu ciudad, y sobre Tzión santuario de Tu Gloria y sobre el reino de David tu ungido, y sobre la casa grande y santa que lleva Tu Nombre”. 


Por: Thyto Eliyahu Ovadyah y Rivkáh Jayáh Xiomara.

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