Se conocen como los acuerdos de Camp David a los que fueron firmados por el presidente egipcio Anwarb el -Sadat y el primer ministro israelí Menachem Begin el 17 de septiembre de 1978 tras doce días de negociaciones secretas con la mediación del presidente de los Estados Unidos, Jimmy Carter, y mediante los cuales Egipto e Israel firmaron la paz en los conflictos territoriales entre ambos países.
El 17 de Septiembre se firmó un acuerdo público refrendado por Estados Unidos que en síntesis determinaba:
En primer lugar, Israel abandonaría el Sinaí por completo, incluido el desmantelamiento de las colonias instaladas, devolviendo la plena soberanía del mismo a Egipto que no podría mantener más que un número reducido de fuerzas militares en la zona, firmándose la paz seis meses más tarde. A su vez, Egipto reconocería la existencia del Estado de Israel. Egipto fue el primer país del mundo árabe en hacerlo, lo cual le supuso el descontento de los demás países árabes.
Las más inmediatas consecuencias de los acuerdos fue el rechazo frontal del mundo árabe al mismo, incluidos los palestinos, con la ruptura de relaciones diplomáticas con varios Estados árabes. Después se firmó un tratado de paz entre ambas partes que puso fin a los años de hostilidades entre los dos países.
El asesinato de Sadat en 1981 y el enfrentamiento entre Irak e Irán en 1980 tuvieron sus raíces en la fractura del mundo árabe y musulmán.
Ayer el Estado Islámico atacó y asesinó a más de 50 soldados egipcios en la Península del Sinaí, además de herir y secuestrar a otra gran cantidad.
Los asesinos musulmanes, los que nadie quiso ni quiere ver, los que invaden Europa desde hace años, ya se encuentran junto al límite del Estado de Israel.
A minutos de casa.
Confío plena y absolutamente en El Eterno, en nuestro Pueblo maravilloso, valiente y virtuoso, en nuestros hermanos de la Diáspora y en los miles de personas, no judías, que aman y apoyan a Israel.
Los gobiernos del mundo mirarán hacia otra parte, como siempre, y les dará vergüenza mirarnos a los ojos.
¡Somos hijos de una tradición que sabe que el Mal jamás podrá vencer al Bien!
“Padre, deja ya de llorar, que nos han declarado la guerra”.
Autor: Rabino Daniel Karpuj
¡Roguemos por la Paz en el mundo entero y en Israel!
Gracias
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