Divrei Eliyahu Ovadyah
La
Toráh comienza diciendo en Séfer Devarim: “Ele Hadevarim Ashér Diber Moshé El Kol Israel”.
/“Estas son las palabras que habló Moshé a todo Israel”. La Toráh nos muestra
en cada letra del Ivrít secretos maravillosos: La palabra: Diber/Habló,
anteriormente citada, tiene un valor numérico de: Dálet=4, Bet=2 y Resh=200,
total=206. La palabra: ¿Malefenu?/¿Qué nos enseña? (Yov 35:11) tiene el mismo
valor numérico que la palabra: Diber: Mem=40, Lámed=30, Pé=80, Nun=50 y Vav=6,
total=206. La Gematría nos muestra también que las
palabras dichas por Moshé fueron una enseñanza y una exhortación para que el
pueblo tomara la tierra por posesión, pues él les dice: Entren y tomen la
tierra que El Eterno juró darle a sus padres Avraham, Yitzják y Yaacov y a sus
descendientes. El Eterno los ha multiplicado como a las estrellas del cielo y
deseo que él los haga mil veces más numerosos que sus padres.
Moshé declara sinceramente: Yo solo no puedo lidiar con ustedes, designen
hombres sabios e inteligentes de entre sus tribus para que sean líderes. Moshé
tomó jefes y los puso sobre mil, sobre cien, sobre cincuenta y sobre diez, les
exhortó a no tomar favoritismo sobre nadie ya que el juicio pertenece al
Eterno. El Midrásh, Parashá Devarim comenta al respecto: Moshé detalló luego cómo nombró a los
jueces, intercalando reprimendas durante la narración. "Al aceptar la
Torá, se transformaron en la nación atesorada por el Todopoderoso. Crecieron
tanto cuantitativa como cualitativamente; en cantidad porque luego de haber
descendido a Egipto con setenta almas, se multiplicaron hasta llegar a un total
de 600.000 hombres; y en calidad, porque como pueblo de D-s, se elevaron como
las estrellas celestiales". ¿Por qué se compara a los judíos con
estrellas?
De
hecho, los tzadikím (hombres santos) serán divididos en siete grupos de acuerdo
a los logros espirituales de cada uno. 1. Algunos tzadikím irradiarán tan
esplendorosamente como el sol, 2. Otro grupo brillará como la luna. 3. Un
tercer grupo centelleará como el cielo. 4. Otro fulgurará como las estrellas.
5. Algunos tzadikim resplandecerán como un relámpago. 6. Otros irradiarán
belleza como las rosas. 7. Otro grupo alumbrará como la menorá (candelabro) de
oro del Beit Hamikdásh.
Moshé
prefirió comparar a los judíos con el cuarto grupo, las estrellas, al que se
supone que la mayoría del Klal Israel pertenece. Cuando el pueblo judío cumple la
Voluntad Divina, se lo compara con cuerpos celestiales, entre otras razones
porque: Así como entre las estrellas no existe animadversión ni competencia
(ninguna se resiente por el brillo de la otra), de la misma forma los tzadikim
se respetan mutuamente y viven en paz los unos con los otros. Así como el
brillo de las estrellas no siempre se exterioriza, del mismo modo hay
innumerables tzadikim ocultos dentro del pueblo judío. Así como los cuerpos
celestiales existirán eternamente, del mismo modo sucederá con el pueblo judío. Moshé prosiguió, "Como ustedes se
multiplicaron tanto, D-s no quiso que yo siguiera siendo el único responsable
de juzgarlos.
Cuando llegaron a Kadesh Barnea, Moshé les repite de nuevo que El Elyón ha
puesto la tierra delante de ellos: Vayan y ocúpenla tal como El Eterno lo Ha
Ordenado, no tengan miedo ni se desanimen. Entonces Lekutiel envía a los doce
espías a explorar la tierra, y el pueblo dice en forma desagradecida que El
Eterno los sacó de Egipto porque los odia. ¡Eso es Jilul HaShem! ¡Es Lashón
Hará y Rejilút! pues El Eterno Ama a Israel con un amor inmenso tal y como Él es:
¡Eterno! Moshé les reprocha que ellos no hayan confiado en El Elyón, que Él los
protege de noche con una columna de fuego para mostrarles el camino y de día
con una columna de nube.
El
Eterno Escuchó sus calumnias y dijo: “Ninguno de estos hombres de esta
generación perversa, verá la buena tierra que juré entregar a sus ancestros.
Excepto Calev hijo de Yefuné. Él sí la verá, a él sí le entregaré
la tierra que ha pisado, y también a sus descendientes, por haber perseverado
en su fidelidad al Eterno”. Moshé dijo: Y también contra mí se indignó Hashem
por culpa de ustedes. Y me dijo: “Tampoco tú entrarás allá. Yehoshúa hijo de
Nun, que está ante ti él entrará allá. Dale ánimo, pues él hará que Israel
herede”.
La
Toráh Nos muestra un gran ejemplo de vida: Israel transgredió y habló calumnias
contra Dios en ese tiempo, los Emoritas hicieron guerra contra ellos e Israel
fue derrotado. El Eterno dijo a Moshé: “Diles que no asciendan, ni luchen
porque yo no estoy con ustedes”. ¡Pienso que a nadie le gustaría escuchar estas
palabras! Los Hijos de Israel no escucharon al Eterno, fueron a guerrear, los
Emoritas los derrotaron y los persiguieron como abejas. Fue entonces cuando el
Pueblo aceptó haber transgredido contra Su Padre Celestial. Si nuestros padres
hubieran confiado en HaShem pudieron haber dicho: “En tu mano están mis tiempos:
Líbrame de la mano de mis enemigos, y de mis perseguidores”. (Tehilá
31:15).
Cuando
el pueblo pasó por Seír El Eterno les dijo: “No les hagas guerra son tus hermanos, pues les he dado esta
tierra por causa de Esav”. Asimismo HaShem les advierte que no ataquen a Moav,
pues también les entregó la tierra como herencia a los hijos de Lot. Nuestro
pueblo derrota a sus enemigos pues El Shadday los hace caer en confusión y
mueren en batalla los reyes Sijón y Og. Entonces El Eterno declara que todos
los pueblos de la tierra temerán a Israel. ¡Esta es una advertencia dura contra
Gaza!
Media
tribu de Menashé se queda con el territorio de Bashán y Majir se queda con
Guilad. Moshé le recuerda a nuestro pueblo de nuevo: El Eterno les ha entregado
esta tierra como posesión, envíen hombres fuertes al frente de sus hermanos.
Que sus mujeres, hijos y ganado se queden en las ciudades que les entrego hasta
que El Eterno les dé a sus hermanos la misma tranquilidad que a ustedes.
Cuando
Ellos conquisten la tierra que HaShem su Dios les va a entregar sobre el margen
occidental del Yardén, entonces cada uno de ustedes podrá regresar. Moshé dice
a Yehoshúa: Tus ojos vieron todo lo que El Eterno Hizo a esos dos reyes. Lo
mismo Hará El Eterno a todos los reinos que ustedes cruzarán. No les temas,
pues HaKadósh Barúj Hu Lucha por ustedes (¡Los días para los terroristas de
Hamás están contados!).
Haftaráh Devarim: Yeshayahu/Isaías 1:1-27.
1 Visión de Yeshayahu, hijo de Amótz, que profetizó respecto de Yehudá y
Yerushaláim, en tiempos de los reyes Uziyahu, Iotam, Ajaz y Yejizkiahu rey de
Yehudá. 2 Escuchen cielos, escucha tierra. Pues El Etrerno ha dicho:
Crié y exalté hijos (los exalté por sobre las naciones), pero ellos se
rebelaron contra Mi 3 El toro reconoce a su dueño; y el asno, el
comedero de su amo. Sin embargo, Israel no Me reconoce, Mi pueblo no
comprende. 4 ¡Ay! son una nación transgresora, un pueblo cargado de
iniquidad, descendencia de malhechores, hijos corruptos. Abandonaron al Eterno,
provocaron la ira del Santo de Israel. Le dieron la espalda a
Él. 5 ¿Para qué fueron castigados, si igual continúan obrando con
perversidad? Toda cabeza está enferma y todo corazón está débil. 6 Desde
la planta del pie hasta la cabeza, ya no queda en él ningún órgano sano, sólo
lesiones, golpes y heridas abiertas. No fueron tratados, ni vendados, ni
suavizadas con aceites esenciales.
La
enseñanza fundamental que nos da la Parashá y la Haftará, es que debemos volver
hacia El Eterno, Él derrotará a nuestros enemigos, a Hamás y a todos
los terroristas. La tierra de Israel nos la ha dado por herencia a los Judíos y
todos los intrusos serán expulsados de ella. Que digamos como el Salmista:
“Elohim Tzevaót Shuv Ná Habét Mishamáyim Uréh Upekód Guéfen Zót. Vejánah Ashér
Nateáh Yeminéja Veal Bén Imátztah Laj”. /“Dios de los Ejércitos regresa ahora.
Observa desde el cielo y verás, y recuerda a esta vid. El tallo que plantó tu
diestra y el vástago que adoptaste para ti”. (Tehiláh 80:15-16).
¡Shabbát Shalóm VeShavúa Tov✡!
06 de Av de 5774/02 de
Agosto del 2014, Hermosillo, Sonora, México.
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