Divrei Eliyahu Ovadyah
El
Eterno le habló a Moshé que transmita a los Hijos de Israel: Pinjás, hijo de
Elazar y nieto del Sacerdote Aharón, apaciguó Mi ira contra los israelitas al
haber sido él quien entre los israelitas vindicó Mi causa, evitando que Yo, en
Mi celo, los extermine a los Hijos de Israel. Por eso, dile que le otorgo Mi Pacto de
Paz, que implica para él y sus descendientes el Pacto eterno del Sacerdocio, en
mérito a haber vindicado a su Dios y haber hecho expiación para los Hijos de
Israel.
Tener
el Shalóm/la paz del Eterno en nuestras vidas para transmitirlo hacia las demás
personas debe ser uno de nuestros objetivos primordiales y Yeshayahu Hanaví en
el Pérek 48, Pasúk 18 nos dice como obtenerla: ¡Si solo miraras tú a mis mandamientos!
fuera entonces tu paz como un río, y tu justicia como las olas del mar. ¡Es un
secreto a voces encontrar el Shalóm de HaKadósh Barúj Hu!
El nombre de Pinjás contiene un secreto maravilloso, ya que El Eterno iba a exterminar a los
hijos de Israel, pero debido a que este varón hizo expiación por nuestros
antepasados, y porque honró al Eterno como se mencionó anteriormente los Hijos
de Israel se multiplicaron.
Precisamente
el valor numérico del nombre Pinjás es: Pé=80, Yud=10, Nun=50, Jet=8 y
Sámej=60, total=208. Este es el mismo valor numérico de la palabra:
Arebéh/Multiplicaré (Bereshit 3:16): Álef=1, Resh=200, Bet=2 y Hei=5,
total=208. La promesa que Hizo El Eterno a Avraham Avinu no se puede
quebrantar: Bereshit 15:5.- Y le sacó fuera, y dijo: Mira ahora a los cielos, y
cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu
descendencia. ¡Fuimos, Somos y Seremos multiplicados los Hijos de Israel por la
Bendición de HaShem!
Nos
explica el Zohar: Observad que si uno es celoso por el nombre del Santo,
Bendito Sea, aunque no esté calificado para la grandeza, la obtiene, sin
embargo Pinjás en ese tiempo no estaba calificado, pero porque era celoso por
el nombre de su Amo, se elevó a las mayores alturas, y todo fue hecho justo en
él. Pinjás mereció retribución en este mundo y en el futuro. Se le concedió que
sobreviviera a todos los que salieron de Egipto y ganó el sumo sacerdocio para
sí y sus descendientes.
El
Shadday manda a Moshé y Elazar a que censen a los hijos de Israel, a los
varones mayores de veinte años aptos para alistarse para la guerra por linaje
paterno (Esto quiere decir según la Toráh, que debe ser por filiación tribal,
ya que la pertenencia a la tribu es dada por el padre y no por la madre). Ya
nuestro Pueblo era numeroso en aquel entonces por la Bendición y Promesa del
Eterno:
Éstas
fueron las familias Reuvenitas, cuyo total ascendía a 43.730 (hombres). Éstas
fueron las familias Shimonitas, y su total fue de 22.200 (hombres). Éstas
fueron las familias de los descendientes de Gad, cuyo total ascendía a 40.500
(hombres). Éstas fueron las familias de Iehudá,
cuyo total ascendía a 76.500 (hombres). Éstas fueron las familias de Isajar,
cuyo total ascendía a 64.300 (hombres). Éstas fueron las familias Zevulonitas,
cuyo total ascendía a 60.500 (hombres). Éstas fueron las familias de Menashé,
cuyo total ascendía a 52.700 (hombres). Éstas fueron las familias de los
descendientes de Efraim, cuyo total ascendía a 32.500 (hombres). Éstos fueron los descendientes de
Biniamín, por familias, cuyo total ascendía a 45.600 (hombres). El total de
todas las familias Shujamitas (La tribu de Dan) ascendía a 64.400 (hombres).
Éstas fueron las familias de los descendientes de Asher, cuyo total ascendía a
53.400 (hombres). Éstas fueron las familias de las descendientes de Naftalí,
cuyo total ascendía a 45.400 (hombres). Estos fueron los cómputos de los
israelitas: 601.730.
En realidad el número de
hombres no es significativo para ganar una guerra, sino la Ayuda de HaShem,
pues la Toráh nos dice: Cuando salieres a la guerra contra tus enemigos, y
vieres caballos y carros, un pueblo más grande que tú, no tengas temor de
ellos, que El Eterno tu Dios está contigo, El cual te sacó de tierra de Egipto. (Devarim
20:1). En estos momentos Hamás está atacando a Israel y la promesa de
protección del Eterno sigue en pie, pues Él es: “Shadday: Shomér Daltot
Israel/Guardador de las puertas de Israel”.
¡Nuestra victoria está
asegurada! Aún nuestros enemigos reconocen que El Eterno de los Ejércitos está
con nosotros: Una de las entrevistadoras
de CNN le preguntó a uno de los lideres de Hamás: "Dígame, ¿Ustedes no
saben disparar y apuntar los misiles? Trescientos misiles y el 90% cae en
territorio abierto. "Y él contesta: "Nosotros apuntamos muy precisamente a las ciudades de Israel pero
el Dios de ellos lo desvía”. ¡Barúj HaShem!
La manera de repartir la tierra fue mitzvá del Eterno: Hashem le habló a Moshé, diciendo: “La
tierra será repartida entre ellos como una herencia, de acuerdo a
la cantidad de nombres. A una tribu más numerosa le entregarás una parte mayor,
y a una menos numerosa una parte menor. Cada una recibirá una parte hereditaria
de acuerdo al número de sus empadronados. Sólo por sorteo será dividida la
tierra. Ellos heredarán de acuerdo a los nombres de las tribus de sus padres.
El sorteo determinará la propiedad hereditaria correspondiente a cada tribu, ya
sea numerosa o pequeña”. La tribu de Leví no recibe heredad de tierra por ser
El Eterno Barúj Hu su heredad, por eso a ellos se les daba el diezmo para su
sostenimiento.
Una
petición importante es mencionada en la Toráh: Se acercaron las hijas de
Tzelofjad, hijo de Jéfer, hijo de Guilad, hijo de Majir, hijo de Menashe, de la
familia del hijo de Iosef, Menashe. Los nombres de estas hijas eran: Majlá,
Noá, Joglá, Milká y Tirtzá; y se presentaron ante Moshé, ante el Sacerdote
Elazar ante los jefes y ante toda la congregación, a la entrada de la Tienda
del Encuentro, con el siguiente planteo: “Nuestro padre falleció en el
desierto. Él no perteneció al grupo de Kóraj que se rebeló contra Hashem, sino
falleció por su propia falta. ¿Por qué el nombre de nuestro padre será omitido
de su familia sólo por no haber tenido un hijo? Entréganos una parte de tierra
en herencia entre los hermanos de nuestro padre”.
Moshé
presentó el caso de ellas ante Hashem. Hashem le respondió a Moshé, diciendo:
Las hijas de Tzelofjad tienen razón. Entrégales una parte de tierra como
herencia entre los hermanos de su padre, y también que la propiedad hereditaria
de su padre pase a ellas. Y háblales a los israelitas, diciendo: Cuando muere
alguien sin dejar hijo, su herencia pasará a su hija. Y si no tuviese hija,
deben entregar su herencia a sus hermanos. Y si no tuviese hermanos, la
herencia pasará a sus tíos, hermanos de su padre. Y si su padre no tuviese hermanos,
deben entregar su herencia al pariente más cercano de la familia (paterna); ése
heredará. Esto será para los Hijos de Israel un decreto de justicia, tal como
Hashem le ordenara a Moshé.
Por
medio de este acontecimiento El Eterno nos quiere mostrar que él ama a las
mujeres, que ellas también tienen derechos, que el machismo no tiene
cabida entre Su pueblo. La petición oral de las hijas de Tzelofjad se convirtió
en parte de la Toráh Shebijtáv/Escrita, ¡Esto quiere decir que ellas
modificaron la Toráh!, pues fueron pioneras de paradigmas que se atrevieron a
consultar a Moshé acerca de su situación. Me pregunto: ¿Qué hubiera sucedido si
ellas no se hubieran atrevido a ejercer sus derechos? ¡No hubieran heredado
absolutamente nada! Necesitamos más mujeres como ellas en nuestro pueblo
Israel.
Seguidamente
la Toráh menciona que Moshé partirá: Hashem le dijo a Moshé: “Asciende a
este monte Avarim y observa la tierra que les entrego a los israelitas Y después de que la hayas visto
también tú te unirás con tu pueblo, tal como se unió tu hermano Aharón". Moshé le habló a Hashem, diciendo: Que Hashem
-Dios de los espíritus de todo ser- designe un hombre que esté sobre la
comunidad, que salga delante de ellos y que vuelva a la
cabeza de ellos – que los haga salir y los haga retornar. Para que la
comunidad de Hashem no sea como un rebaño sin pastor.
Entonces
Hashem le dijo a Moshé: “Toma para ti a Iehoshúa hijo de Nun, hombre de
espíritu, y pon tu mano sobre él. Luego, preséntalo ante el
Sacerdote Elazar y ante toda la comunidad, y ordénale a la vista de ellos.
Transfiérele de tu majestad para que la comunidad israelita le obedezca. Deberá presentarse ante el Sacerdote
Elazar, a quien consultará por él la decisión de los Urim ante Hashem. Por orden saldrán y por
orden regresarán él, los israelitas y la comunidad". Moshé hizo tal
como le ordenara Hashem: tomó a Iehoshúa y lo presentó ante el Sacerdote Elazar
y ante toda la comunidad, puso sus manos sobre él y le delegó el cargo; tal
como ordenara Hashem por medio de Moshé.
Dice
la Mishná: Moshé recibió la Toráh desde el Sinaí y él la pasó a Yehoshúa,
Yehoshúa la pasó a los ancianos, los ancianos a los profetas, y los profetas a
los Anshei Kenesét HaGuedolá/Varones de la Gran Asamblea. La Semijá/Ordenación
directa desde la línea de Moshé fue cortada, pues los Varones de la Gran Asamblea
fueron asesinados por los romanos. Pero Bendito El Eterno que aún tenemos Su
Toráh, Su Bendición, Fortaleza, Ayuda, Protección y Guía, ya con todo eso nos es suficiente!
El
Eterno le habló a Moshé, diciendo: Ordénales a los
israelitas diciéndoles: En cuanto a Mi ofrenda y Mi pan, Mis fuegos de aroma
agradable para Mí, sean cuidadosos en ofrendarla en el momento indicado. Debían
hacerse estas ofrendas en las Moadim: En Rosh Jodesh, Pésaj, Shavuót, Rosh
HaShaná, Yom HaKippurim, Sukkót y Sheminí Atzéret. La Parashá Pinjás termina
diciendo: Moshé les transmitió a los Hijos de Israel todo lo que El Eterno le
ordenara. La Toráh y las Mitzvót que ella contiene no fueron un invento de Moshé, pues más
de seiscientos mil personas pudieron atestiguar que El Eterno les entregó Su
Toráh.
Haftaráh Pinjas: Melajim Álef/ Reyes 1, 18:46 - 19:21.
1 Entonces Ajav le contó a Izebel todo lo
que hizo Eliahu y todos los falsos profetas que exterminó a espada. 2 Izebel
mandó un enviado a Eliahu, diciéndole: “Que eso mismo, y más, me hagan
los dioses si mañana, a esta hora, no te hago lo mismo que tú les hiciste a
ellos”. 3 Cuando vio se levantó y se escapó para salvar su
vida. Llegó a Beer Sheva, que está en territorio de Iehudá, y dejó allí a su
asistente. 4 Entonces se internó en el desierto una
distancia de un día de caminata. Allí, fue y se sentó debajo de un enebro (tipo
de arbusto) y pidió para sí la muerte: “¡Suficiente, Hashem Quítame la vida
porque yo no soy mejor que mis ancestros!”. 5 Se acostó y se quedó
dormido debajo del enebro. Y resulta que un ángel lo tocó y le dijo:
“Levántate y come”. 6 Él miró y vio que cerca de su cabeza
había una torta horneada a las brasas y un jarro de agua. Comió, tomó y volvió
a acostarse.
7 El ángel de Hashem volvió hacia él por
segunda vez, lo tocó y le dijo: “Levántate y come, pues tienes un largo viaje
por delante”. 8 Se levantó, comió y tomó. Gracias a esa
comida pudo caminar 40 días y 40 noches hasta el monte de Dios, Jorev. 9 Al llegar allí entró en una cueva,
donde pasó la noche. Resulta que se le reveló la palabra de Hashem, que le
dijo: “¿Qué haces aquí, Eliahu?” 10“He sido muy celoso en la causa de
Hashem, Elokim de los Ejércitos”, respondió Eliahu, “porque los israelitas
abandonaron Tu pacto, destruyeron Tus altares y mataron a espada a Tus
profetas. Yo sólo he quedado, y pretenden quitarme la vida”. 11 Entonces le dijo: “Sal de la cueva y
párate en el monte, ante Hashem”. Resulta que Hashem iba pasando y un viento
fuerte y poderoso - que despedazaba las montañas y rompía las rocas- iba ante
Hashem. “Hashem
no está en el viento” Y después del viento hubo un terremoto;
“Hashem no está en el terremoto”. 12 Y después del terremoto hubo un fuego;
“Hashem no está en el fuego”. Y después del fuego hubo una
voz apacible y suave.
La palabra clave que El Eterno nos plantea es:
¿Qué haces aquí?. Debemos saber para qué estamos preparados, así como escuchar Su voz para poder hacer Su voluntad en todo tiempo. Confiemos en Él
siempre, pues Él es nuestro Protector: “Pero El Eterno me ha sido por refugio;
Y mi Dios por roca de mi confianza”. (Tehiláh 94:22).
¡Shabbát Shalóm VeShavúa Tov✡!
14 de Tamuz de 5774/12 de Julio del 2014, Hermosillo, Sonora,
México. Thyto Eliyahu Ovadyah.
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