18 octubre 2014

Parashá Bereshit/Génesis 1: 1 – 6: 8, Por: Maestro Thyto Eliyahu Ovadyah Humberto.



Divrei Eliyahu Ovadyah

La Toráh del Eterno comienza explicándonos: “Bereshit Bará Elohim Et HaShamáyim Veet Haáretz”. / “En el Principio Creó Di-s los cielos y la tierra”. No dice que el universo fue un resultado de la naturaleza debido a cambios químicos, sino que Boré HaOlám fue el Artífice de todo cuanto existe. Tampoco intenta explicarnos que El Shadday siempre ha existido, más bien nos enseña, que es un hecho real que El Altísimo es Eterno, y nosotros no podemos comprenderlo a cabalidad, pero si podemos saber que Su Voluntad es que nuestra vida sea una Bendición a Su lado. Dice un Midrásh que la letra Álef fue a quejarse ante el Eterno, debido a que la letra Bet fue escogida en vez de ella para escribir la Toráh. Entonces el Eterno le contestó: “Yo tengo un lugar mejor preparado para ti”. Cuando El Makóm Pronunció las Aserét HaDivrót, comenzó con la letra Álef Diciendo: “Aní A. Eloheija”. / “Yo soy El Eterno Tu Di-s”. Allí la letra Álef recibió su recompensa, ¡Esperemos por la nuestra!. Continúa relatando el Bereshit: Y la tierra estaba caótica y desolada, y el Espíritu de Di-s se cernía sobre la faz de las aguas. Y dijo Di-s: Sea la luz. 


Estos Pesukim aluden a las diferentes etapas del Bet HaMikdásh: Y la tierra estaba caótica y  desolada simboliza su destrucción, y el Espíritu de Di-s se cernía sobre la faz de las aguas, alude a que aún estando en el Galút/Exilio después de la destrucción del Bet HaMikdásh, la Toráh y la Presencia de Di-s permanecen con nosotros. Y dijo Di-s: Sea la luz, significa que el Eterno iluminará el mundo con la luz del Mashíaj (Yeshayahu 60:1). Primer día: Vio Di-s que la luz era buena y separó Di-s la luz de la oscuridad. Llamó Di-s a la luz  día  y a la oscuridad llamó noche.  Fue el anochecer y fue la mañana, un día. Segundo día: Hizo Di-s el firmamento y separó las aguas que estaban debajo del firmamento de las aguas que estaban por sobre el firmamento, y fue así. Di-s llamó al firmamento “cielos”. Fue el anochecer y fue la mañana. ¿Por qué Moshé no escribió en la Toráh que en este segundo día: “Vio Di-s que era bueno”? La tradición nos aclara: Debido a que El Eterno separó las aguas, y esto nos muestra que a Él no le agradan las separaciones.


Tercer día: Dijo Di-s: “Que las aguas por debajo del cielo se junten en un área y que aparezca la tierra seca”. Y fue así. Di-s llamó a lo seco “tierra”, y al conjunto de las aguas llamó “mares”. Di-s vio que era bueno,  Cuarto día: Dijo Di-s: “Haya luminarias en el firmamento del cielo para separar el día de la noche y que sirvan como presagios y para las Festividades, los días y los años y vio Di-s que era bueno. Quinto día: Dijo Di-s: “Produzcan las aguas enjambres de criaturas vivientes y seres voladores que vuelan sobre la tierra, a través de la expansión del cielo”. Y vio Di-s que era bueno. Sexto día: Dijo Di-s: “Que saque la tierra criaturas vivientes, cada una de acuerdo a su especie: animales, seres que se arrastran y fieras de la tierra, cada una según su especie Creó Di-s al hombre a Su imagen, a imagen de Di-s lo creó, varón y mujer los creó. ¿A quién se dirigió El Eterno cuando dijo: Hagamos un ser humano? El Midrásh y la tradición nos dicen que Él hablaba con los malajim y el universo.


Vio Di-s todo lo que había hecho, y resulta que era muy bueno. Fue el anochecer y fue la mañana, el sexto día. El artículo definido en Hebreo para “el”, en el pasúk 31 del Pérek 1 es la letra Hei, por ello al decir la Toráh: HaShishi/El sexto, significa que Di-s condicionó a Israel a aceptar los cinco libros de Su Toráh en la creación. En este mismo pasúk 31 se encuentra escondido el Nombre del Eterno: La letra Yud se encuentra al principio de la palabra Yom/Día, la letra Hei, de igual forma en la palabra anteriormente citada: HaShishi/El sexto. Continuando en el Pérek 2, Pasúk 1, la letra Vav la encontraremos al principio de la palabra: Vayejulu/Y fueron terminados, y finalmente la letra Hei la localizaremos de igual manera en la palabra: HaShamáyim/Los cielos. Y acabó Di-s en el día séptimo su obra que hizo, y reposó el día séptimo de toda su obra que había hecho. Y bendijo Di-s al día séptimo, y lo  santificó, porque en él reposó de toda su obra que había Di-s creado y hecho. Parece que la Toráh dice que El Eterno trabajó en el día de reposo, pero no es así, pues la correcta interpretación de este pasúk es: ¡En cuanto El Eterno Cesó su trabajo comenzó el Shabbát!


Cuando los Judíos guardamos el Shabbát estamos reconociendo que el universo tuvo un Creador, además de recordar nuestra salida de la tierra de Mitzráyim donde fuimos esclavizados. (El Eterno no necesita descansar, pues no es afectado por la frágil naturaleza humana, Él quiso que Su acto de reposar en Shabbát fuera imitado por nosotros Sus hijos, debido a ello santificamos el séptimo día como Di-s Lo Hizo). No olvidemos que son tres Mitzvót respecto al Shabát: 1.-Guardarlo (Devarim 5:12), 2.- Recordarlo (Devarim 5:15) y 3.- Santificarlo (Shemót 20:8). Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que El Eterno Di-s hizo la tierra y los cielos.  



Durante la narración de la creación del universo por El Eterno, en el Pérek 1 nunca se menciona Su Nombre, en cambio se utiliza el Nombre: Elohim/Di-s, que tiene un valor numérico de: Álef=1, Lámed=30, Hei=5, Yud=10 y Mem=40, total=86, este es el mismo valor numérico de la palabra: Hatevá/La naturaleza: Hei=5, Tet=9, Bet=2 y Áyin=70, total=86. ¡De esta manera podemos saber con certeza que el universo no es un capricho de la naturaleza, sino que EL Elyón Creó todo cuanto existe! El  Pasúk 4 del Pérek 2 nos informa: “Estos son las orígenes del cielo y de la tierra cuando fueron creados, el día que El Eterno Di-s, hizo la tierra y el cielo. Esto quiere decirnos, que si el universo hubiera sido creado únicamente con Misericordia o Severidad de parte del Eterno, entonces no hubiera subsistido, por eso la Toráh mencionó anteriormente: El Eterno Di-s hizo la tierra y el cielo, pues el nombre: Elohim/Di-s denota Severidad, y el Nombre del Eterno de cuatro letras denota Misericordia. Para que exista un balance en las leyes físicas y espirituales es necesario que existan estas dos condiciones anteriormente descritas.


El Eterno Dice la prohibición al ser humano de no comer del árbol del conocimiento del bien y del mal, y entonces declara que hará una ayuda frente a él (Esto quiere decir que si el hombre es meritorio, su esposa será su ayuda, pero si no lo es, entonces ella será su estorbo). Di-s hizo caer un profundo sueño sobre Adam, y éste se durmió. Entonces tomo uno de sus lados (El Hebreo no dice costilla sino lado), y cerró con carne en su lugar (Rashí afirma, que claramente aquí dice que El Eterno separó la parte masculina de la parte femenina de Adam). La mayoría de las personas piensan que El Eterno Creó solamente a un varón, y en efecto lo hizo, pero con su contraparte femenina unida a su espalda, era un ser andrógino inconsciente de su propia naturaleza en esos momentos, por eso leímos anteriormente que Bereshit dice claramente: “Varón y mujer los creó”. 


Adam quedó sorprendido al ver su contraparte femenina que exclamó: ¡“Esto es ahora, hueso de mis huesos y carne de mi carne!. Ésta será llamada ishá, porque del ish ha sido tomada”. Por eso, el hombre deberá dejar a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y serán una sola carne. Las palabras que la Toráh usa para describir a ambos sexos del ser humano nos muestran que no se puede existir uno sin el otro: Isháh/Mujer, posee un valor numérico de: Álef=1, Shin=300 y Hei=5, total=306, e Ish/Hombre tiene un valor de: Álef=1, Yud=10 y Shin=300, total=311.Si sumamos el total de ambos valores: 306+311, el resultado es: 617. 

Exactamente este es el mismo valor numérico de la palabra: Habrit/El pacto (Bereshit 9:12): Hei=5, Bet=2, Resh=200, Yud=10 y Tav=400, total=617. La pareja al unirse en matrimonio ante El Eterno realizan un Pacto de fidelidad y amor el uno para con el otro, deben respetarse y buscar agradarse mutuamente, así como criar a sus hijos en el temor del Eterno. Estaban ambos desnudos (Arumim), el hombre y su mujer, pero no se avergonzaban. El Najásh/Serpiente era el más astuto (Arum) de todos los animales del campo que El Eterno hizo, y dijo a la mujer: “¿Así que Di-s, dijo que no coman de ninguno de los árboles del Jardín?”. “Del fruto de los árboles del Jardín podemos comer”, respondió la mujer, “pero en cuanto al fruto del árbol que está en medio del Jardín, dijo Di-s: “No coman de él ni lo toquen, no sea que mueran”.  ¡Serán como Di-s/dioses si lo hacen!


El serpiente del Gan Edén, era un ofidio muy diferente a los que conocemos hoy en día, pues era un ser inteligente (Astuto/Arum/Desnudo) que podía hablar, además era macho y no hembra, por eso pudo comunicarse con la mujer que era objeto de su deseo. Todos conocemos que la mujer comió del árbol, y le dio a comer también a su marido, y ambos transgredieron la Mitzváh del Eterno de no comer del árbol del conocimiento del bien y del mal, que precisamente no era una prohibición para siempre, sino que perduraba hasta que comenzara el día de Shabbát (El ser humano pudo esperar unas horas más para comerlo, pero siempre estamos “comiendo ansias” para todo y nos precipitamos al hacer las cosas).



El Midrásh dice que los cuerpos de Adam y Javáh eran transparentes, rodeados de la luz del Eterno, la cual perdieron al desobedecer. Fueron expulsados, con la prohibición de volver jamás al Gan Edén. que era un huerto que El Eterno plantó al oriente de Edén (Bereshit 2:8), no era toda la tierra un paraíso como la gente comúnmente cree. Conoció Adam a su mujer y dio a luz a Kayín, y volvió a dar a luz a su hermano Hevel (La Toráh She Be Alpé/Oral nos narra que Kayín nació junto a una hermana melliza, y Hevel con dos, así que fue un parto quíntuple). Como sabemos Kayín y Hevel hicieron ofrendas al Eterno del producto de la tierra y de las ovejas, de las cuales solo fue acepta la de Hevel (No por el contenido en sí de la ofrenda, sino que El Eterno conocía las intenciones de ambos). Debido a este suceso los Jajamim Jazal explican que la prohibición de Shaatnez (Usar lana y lino juntamente) de la Toráh (Devarim 22:11) está basada.


Corroído por la envidia Kayín mata a Hevel, y es castigado por Di-s debido a esta falta: “Errante y extranjero serás en la tierra”. (Bereshit 4:13). Entonces El Eterno puso señal en Kayín, para que no lo hiriese cualquiera que le hallara (4:15). El Midrásh dice que esta señal pudo ser: Una especie de cuerno, o una letra del nombre del Eterno en la frente de Kayín. Además nos narra que la tierra temblaba a su paso, y que los animales huían de su presencia diciendo: “Ahí viene aquel que mató a su hermano”. Finalmente Kayín pudo establecerse en la tierra de Nod y casarse con una mujer, pues hizo media Teshuvá, o sea no se arrepintió completamente de su homicidio. Leméj el quinto descendiente de Kayín tuvo con su segunda esposa Tziláh a su hijo Tuval Kayín. La Toráh registra el famoso dicho de Leméj:


“Y dijo Leméj a sus mujeres: Adah y Tziláh, escuchen mi voz; Mujeres de Leméj, escuchen mi dicho: Que hombre mataré por mi herida, Y joven por mi golpe: Si siete veces será vengado Kayín, Leméj en verdad setenta veces siete lo será”. Ha causado controversias que significa realmente esta sentencia, cuando un servidor leyó el Midrásh Bereshit, entendió el significado de esta pasúk  de una vez por todas: “Leméj salió a cazar junto a su hijo Tuval Kayín, porque era corto de vista. Tuval Kayín le avisó que un animal estaba cerca de ellos, Leméj apuntó con su arco y flecha al objetivo, por indicaciones de su hijo y acertó en el blanco. ¡No era un animal, sino Kayín!, entonces cuando Tuval Kayín le informó que había matado a su ancestro, Leméj se dio de golpes en la cabeza consternado, y también por accidente mató a su propio hijo Tuval Kayín". 


Después de muchas generaciones cuando Leméj tenía ciento ochenta y dos años tuvo un hijo y lo llamó: Nóaj/Descanso, pues dijo: “Este Yenajamenu/Nos dará descanso. Nóaj fue de quinientos años cuando fue padre y engendró a Shem, Jam y Yafét (Yafét era el hijo mayor, pero la Toráh menciona primeramente a Shem porque de él descendería Avraham Avinu). Los hombres comenzaron a multiplicarse sobre la superficie de la tierra y les nacieron hijas, y cuando los hijos de los poderosos vieron que eran hermosas, tomaron para sí mujeres. Entonces Dijo El Eterno: “Mi Espíritu no continuará debatiendo eternamente. Él no es más que carne. Sus días serán ciento veinte años”.


Los Nefilim (Caídos porque ellos provocaron la decadencia del mundo terrenal) estaban en la tierra en aquellos días, y también después. Los hijos de los poderosos cohabitaron con mujeres y ellas les dieron hijos. Los Nefilim eran gigantes hijos de los malajim que vinieron a habitar entre los humanos. El Eterno vio que era grande la maldad sobre la tierra, y que los pensamientos del corazón del hombre eran siempre malos. El Eterno reconsideró haber hecho al ser humano sobre la tierra y se afligió en su corazón. Entonces Dijo: “Disolveré de la tierra al ser humano que he creado: desde el hombre hasta el animal, hasta los que se arrastran y los seres que vuelan por el cielo, porque me arrepiento de haberlos hecho. ¡Que declaración tan triste Hizo El Shadday!, más sin embargo: ¡Nóaj le Agradó al Eterno!




Haftaráh Bereshit: Yeshayahu/Isaías  42: 5 – 42: 21.


5 Así dice Di-s El Eterno Quien crea los cielos y los establece, Quien extiende la tierra con todo cuanto crece en ella, Quien da un alma a la gente que sobre ella y un espíritu a los que caminan por ella. 6 “Yo soy El Eterno te llamé en rectitud, tomé tu mano, te protegí y te señalé para llevar al Pueblo hacia el Pacto para ser luz de las naciones 7 para que abras los ojos ciegos, para que saques al prisionero de su reclusión, a los moradores de la oscuridad de la prisión. 8 Yo soy El Eterno éste es Mi nombre, Mí gloria no la daré a otro ni Mi alabanza a los ídolos. 9 Mira, las anteriores ya se cumplieron, ahora relataré otras  antes de que salgan a luz Yo se las hago saber a ustedes".  10 ¡Entonen al Eterno un cántico nuevo, Su alabanza desde el límite de la tierra.

La enseñanza que nos muestra la Toráh, es que tenemos un Creador que Nos Ama, Cuida y Acompaña en todo momento, pero somos nosotros quienes a veces por nuestra conducta rechazamos su compañía y cariño por cosas tan triviales, que no nos dejan ver que nuestra Bendición/Éxito en todas las áreas de nuestra vida depende completamente de Él. La fragilidad humana se hace presente en momentos de duda y desesperación.

¿Qué hubiera pasado si Javáh en vez de obedecer al serpiente, le hubiera preguntado a Di-s, si era correcto seguir escuchando al reptil parlante? ¿Si Kayín hubiera pedido consejo al Eterno habría matado a su hermano? Si los malajim que pecaron con mujeres al semejarse con los hombres hubieran escuchado la Voz de Di-s cuando les dijo: ¡Pecarán si van a la tierra!, entonces no habrían fallado. ¿Cuándo tú tienes duda en cuanto alguna situación difícil hablas con Di-s? o ¿Eres sabio en tu propia opinión? ¡Para que El Eterno Nos Guíe a Través de Su Espíritu y de Su Toráh, debemos Permitírselo!


 Y

Por: Maestro Thyto Eliyahu Ovadyah Humberto.

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24 de Tishrei de 5775/18 de Octubre  del 2014, Hermosillo, Sonora, México.

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