Divrei Eliyahu Ovadyah
La
Toráh en la presente Parashá Ki Tetzé, en el Séfer Devarim, Pérek 21, Pasúk 10,
nos narra: “Cuando salgas a la guerra sobre tus enemigos, El Eterno Tu Dios los
entregará en tu mano”. ¿Quiénes son tus enemigos? ¿Podrías ser tu mismo? Tu mal
instinto, el Yétzer Hará es el contrincante a vencer día con día, además de la
tristeza y el desánimo que en ocasiones también te agobian. Si de la expresión
Ki Tetzé/Cuando salgas, tomamos la palabra: Ki/Porque, y la letra Tav, sumamos
su valor numérico: Caf=20, Yud=10 y Tav=400, obtenemos el número: 430, estos
fueron los años de cautiverio en Mitzráyim antes de salir de allí con la Mano
Fuerte del Eterno.
El nombre: Elohim tiene un valor de: Álef=1, Lámed=30,
Hei=5, Yud=10 y Mem=40, total=86: y la Toráh está compuesta por cinco Seforim:
Multipliquemos 86 por 5 y el resultado es: 430: ¡El número de años que estuvo
esclava nuestra alma/Néfesh (Bereshit 1:20); Nun=50, Pé=80 y Shin=300: 430 en
la tierra de Mitzráyim!
Se
nos menciona que la mujer tomada en cautiverio, debía raparse su cabeza,
dejar crecer sus uñas, quitarse el vestido de prisionera y llorar a sus
padres durante todo un mes, para que pudiera ser mujer de un israelita. (Esto
se hacía para que perdiera su belleza y el hombre tuviera la oportunidad de
rechazarla). Si un hombre tenía dos esposas, una amada y otra odiada, pero
ambas le parieron hijos, y el primogénito era hijo de la odiada, debía
reconocerlo como el heredero de la parte doble de todos sus bienes. Cuando un
hijo era rebelde y no obedecía a sus padres, entonces ellos lo llevaban ante
los ancianos de la ciudad y decían: “Nuestro hijo no nos obedece, es glotón y
bebedor”. Si la acusación de los padres era cierta, entonces el hijo moría por
lapidación.
El
Talmud en el Tratado de Sanhedrín 71 a, explica que esta ley jamás se aplicó,
ni se aplicará. En verdad que muchos hijos rebeldes ya habrían sido
exterminados hasta la fecha debido a su insensatez. Asimismo si una persona era
sentenciada a la pena capital por colgamiento, su cadáver no debía permanecer
durante la noche en la horca, sino que tenía que ser enterrado ese mismo día,
pues es un insulto al Eterno una persona colgada, y la tierra que El Elyón nos
ha entregado no debe ser contaminada. Se menciona también que si vemos ropa o
un animal perdido de nuestro prójimo, debemos resguardarlo en nuestra casa y
entregárselo, además si el animal de nuestro prójimo cae al suelo, debemos
ayudarlo a levantarlo.
El
travestismo en todas sus formas es prohibido por la Toráh: “La mujer no debe
usar ropa/artículos de hombre, ni el hombre debe usar artículos/ropa de mujer, pues es
una abominación para El Eterno”. No queda duda que esta Mitzváh es muy
contundente y no necesita explicación. La misericordia hacia los animales es
mencionada también, pues no se puede tomar a una pájara junto con sus hijos,
sino se debe dejar ir a la madre en primer lugar. También debemos poner
protección a la terraza de la casa, para evitar que una persona llegue a caer y
muera. Tampoco debemos sembrar nuestra viña junto con otras especies para que
el producto de la cosecha no sea prohibido. Ni arar con una yunta de toro y
asno, así como no usar una prenda combinada de lana y lino. En cambio debemos
atar Tzitziót en las cuatro puntas del manto con el que nos cubrimos.
Si
un hombre después de haber cohabitado con su mujer no encuentra las señales de
la virginidad y la difama ante el Beit Din. Entonces los padres de la mujer
tomarán las evidencias de la virginidad y la mostrarán ante los ancianos de la
ciudad. El hombre recibirá treinta y nueve latigazos por haber difamado a la
mujer. Si un hombre se acuesta con una mujer casada ambos deberán morir. Si una
mujer virgen comprometida que vive en la ciudad, se acuesta con otro hombre
ambos deberán morir. En cambio, si una mujer virgen comprometida que vive en el
campo, es tomada a la fuerza por otro hombre, solamente el hombre deberá ser
sentenciado. Si un hombre se acuesta con una chica virgen que no está
comprometida, y son descubiertos, el hombre deberá pagarle al padre de la mujer
cincuenta monedas de plata, y ella será su esposa y no podrá divorciarse de
ella.
Ningún
hombre debe tomar en matrimonio a la mujer de su padre, no podrá contraer
matrimonio en la congregación del Eterno quien tenga los testículos magullados,
aplastados o amputado su miembro viril. Tampoco un Mamzér (Nacido de un
adulterio) podrá casarse, ni siquiera en la décima generación. Ni los Moavim ni
Ammonim podrán casarse tampoco, porque no nos recibieron con pan y agua en el
camino, además le pagaron a Bilám para que nos maldijera. Sin embargo El Eterno
Nuestro Dios no quiso escuchar a Bilám, sino que transformó la maldición en
bendición para nosotros. Pues El Eterno nos ama (¡No hay duda de ello!). Se nos
comanda no aborrecer al Edomí, pues es nuestro hermano descendiente de Esav, ni
tampoco al Mitzrí/Egipcio, porque extranjeros fuimos en su tierra. Las leyes de
higiene también son imprescindibles, al estar en el campo debemos llevar una
estaca para enterrar nuestros desechos corporales. De la misma forma si un
hombre tuvo derramamiento de semen deberá lavarse con agua.
El
esclavo que se rescata no debe volver a su amo. La prostitución en todas sus
variantes es prohibida para los israelitas, pues denigra a la persona que vive
de ello. Es tan aborrecible la prostitución, que si una promesa es del salario
de una prostituta no debería ser llevado a la Casa del Eterno, y tampoco el
precio de un perro. No debemos cobrar intereses a nuestro hermano hebreo, pero
si a una persona que no sea hebrea. Debemos cumplir las promesas que hicimos al
Eterno, pues lo que salió de nuestros labios debemos hacerlo, pues si no
estaremos en grave falta. Si tenemos hambre y trabajamos en un viñedo podemos
comer de ello, pero no recoger en un canasto, de igual manera si trabajamos en
un trigal, podemos cortar con la mano, pero no con la hoz.
Si un hombre se casa, y
encuentra una actitud inmoral en su mujer, podrá divorciarse de ella, siempre y
cuando le escriba un Guet/Acta de divorcio. La mujer podrá casarse nuevamente
con otro hombre, pero si el segundo hombre también la rechaza y le entrega el
Guet correspondiente, no podrá casarse de nuevo con el primer hombre, pues es
repugnante para El Eterno, no introduzcas inmoralidad en la tierra que El
Shadday te ha dado por herencia.
Cuando
un hombre se casa, no deberá ir a la guerra, debe estar libre por un año para
hacer feliz a su esposa. No deberá tomarse como prenda la piedra superior o
inferior de un molino, pues de ello depende el alimento. Si una persona rapta a
otra debe ser condenado a muerte. Debemos cuidarnos del Tzaraát y evitar
chismes, pues debemos acordarnos de lo que le sucedió a Miriam. Si prestamos
algo a nuestro prójimo, no debemos entrar a su casa para tomar algo en prenda,
sino que la persona deberá entregarnos la prenda, y si el deudor fuere
menesteroso, debemos devolverle su prenda antes de que anochezca, para que
pueda taparse y bendecirte, este es un acto de rectitud ante el Eterno.
Debemos pagar el salario prontamente, para que la persona no clame al Eterno y nos sea pecado. Los padres no podrán morir a causa de los hijos, ni tampoco los
hijos a causa de los padres, cada persona morirá por su propia falta. No
cometamos injusticia en contra del huérfano, el prosélito y la viuda, pues
recordemos que fuimos esclavos en Mitzráyim, y de allí nos rescató El Eterno.
La gavilla olvidada en el campo, así como las uvas que haya en el suelo después
de la cosecha, deberán ser para el prosélito, el huérfano y la viuda. De esta
forma El Eterno Nos Bendecirá en todo cuanto hagamos.
La
pena de flagelación para una persona, si resulta culpable, deberá ser solamente
de treinta y nueve azotes. No debemos poner bozal al buey que trilla. Se ha de cumplir
la ley del Ibúm: Si un hermano murió sin tener hijos, su hermano deberá casarse
con la viuda y levantar simiente a su hermano, de esa forma se evita que su
nombre sea borrado en Israel. Si el hombre se niega a casarse con la mujer,
entonces ella irá con el tribunal de ancianos, les informará de ello, entonces
se citará a ese hombre y dirá ante los ancianos que no desea casarse con ella,
de inmediato la mujer deberá quitar el calzado de su pie, escupir y declarar:
“¡Así se debe proceder con quien no construya la familia de su hermano!”. Su
nombre será conocido en Israel como: “La casa de aquel cuyo calzado fue
quitado”.
Si dos hombres pelean y la mujer de uno de ellos toma al otro de sus
partes, deberás de cortar su mano, no debe haber piedad. No debemos tener pesas
ni medidas falsas, para que vivamos largamente en la tierra que El Eterno
nuestro Dios nos ha entregado, pues es repulsivo del todo. Hay que recordar lo que
nos hizo Amalék en el camino cuando salimos de Mitzráyim, pues se aprovechó de
los débiles y rezagados, cuando estábamos exhaustos, pues él no tuvo temor de
Dios. Por tanto cuando el Elyón nos dé descanso de todos nuestros enemigos
alrededor, en la tierra que nos hereda para tomarla como posesión debemos
borrar todo recuerdo de Amalék de debajo de cielo. ¡No lo olvidemos!
Haftaráh
Ki Tetzé: Yeshayahu/Isaías 54:1 - 10.
1
“¡Canta, estéril tú que no dabas a luz Prorrumpe en cánticos y alegría, tú que
no has tenido trabajo de parto! Porque los hijos de la desolada serán más que
los de la mujer casada”, dice El Eterno. 2 ¡Expande el lugar de tu tienda y
extiende las cortinas de tus residencias!, ¡No te limites, prolonga tus cuerdas
y refuerza tus estacas! 3 Pues te expandirás hacia la derecha y hacia la
izquierda. Tus descendientes heredarán naciones y poblarán nuevamente las
ciudades desoladas. 4 No tengas miedo, no serás avergonzada. No te sientas
humillada pues no serás deshonrada. Te olvidarás del ultraje de tu juventud. 5
Pues tu Amo es tu Hacedor, El Eterno de los Ejércitos es Su nombre. Tu
Libertador es el Santo de Israel — Él es llamado Dios de toda la tierra. 6 El Eterno
te llamó para que vuelvas como esposa abandonada y de espíritu
melancólico, como la esposa de la juventud que fuera rechazada, dice El Eterno.
7 Por un breve momento Te abandoné, pero con gran misericordia Te reuniré 8 En
un acceso de ira oculté Mi Rostro de ti por un instante. Pero con amor eterno
Te mostraré misericordia, dice tu Libertador El Eterno. 9 Pues ese enojo es
para Mí como las aguas de Nóaj — así como juré que las aguas de Nóaj no
volverán a inundar la tierra, similarmente he jurado que no Me irritaré más
contra ti ni Te increparé. 10 Las montañas pueden ser movidas y las colinas
pueden tambalearse, pero Mi benevolencia no se apartará de ti ni tambaleará Mi
Pacto de paz, dice El Eterno, Quien te muestra misericordia.
La
Parashá y la Haftaráh nos aconsejan a confiar en El Eterno, Obedecerle en todo lo
que nos mande, seguir sus Mitzvót que son Su Voluntad plasmada en Su Toráh. De
esta forma recibiremos Bendición en todas las áreas de nuestra vida en el mundo
actual y en el venidero, es por ello que se menciona: “Para que vivas
largamente en la tierra que El Eterno tu Dios te da y recibas Bendición”. De
nosotros depende pues, que nuestra travesía en este orbe sea un éxito o un
fracaso.
¡Shabbát
Shalóm VeShavúa Tov✡!
Por: Maestro Thyto Eliyahu Ovadyah Humberto.
Por: Maestro Thyto Eliyahu Ovadyah Humberto.
11
de Elúl de 5774/06 de Septiembre del 2014, Hermosillo, Sonora, México.
Derechos de autor/Copyright registrados © en México.
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