27 septiembre 2014

Parashá Haazinu: Devarim/Deuteronomio 32: 1 – 52, Por: Maestro Thyto Eliyahu Ovadyah Humberto.


Divrei Eliyahu Ovadyah

Moshé Ben Amram comienza su discurso diciendo: “Haazinu HaShamáyim Veadaberah Vetishma Haáretz Imerei Fi”. /”Escuchen cielos y hablaré, y escucha tierra los dichos de mi boca”. Él estaba hablando “vida”, declarando Bendición para Israel, pues exaltó el Nombre del Eterno y enfatizó que Él es nuestro Padre y nosotros somos su heredad. El Eterno como un águila revolotea sobre nosotros sus hijos, extiende Sus alas, nos toma y nos lleva sobre sus plumas. Las palabras: Sus alas/Kenafav y Evrató/Sus plumas esconden un secreto maravilloso: Si las escribimos en Hebreo en singular, y calculamos su valor numérico nos muestran una señal: Ala/Kanaf: Caf=20, Nun=50 y Pé=80, valor total=150, y Pluma/Evrá: Álef=1, Bet=2, Resh=200, y Hei=5, valor total=208, si sumamos sus valores: 150+208, obtenemos el número: 358. ¡Este el mismo valor numérico de Mashiaj! (Tehilim 2:2): Mem=40, Shin=300, Yud=10 y Jet=8, total=358. ¡La era mesiánica se acerca a nosotros a pasos agigantados!


David HaMélej menciona la Protección de Dios de la misma forma: “Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro”. (Tehilim 91:4), En Shemót 19:4, la Toráh menciona que fuimos traídos sobre alas de águilas al salir de Mitzráyim.  La Toráh nos aclara que Solamente El Eterno nos Guió y no otro dios extraño. Sin embargo Israel cometió Avodá Zará, y por ello El Eterno Escondió Su Rostro, debido a esto perdíamos en las guerras, pues Si El Eterno hubiera estado al frente de la batalla, uno solo de nosotros podría perseguir a mil, y dos a diez mil. El Eterno Declara: “Vean que Yo, Yo Soy, y no hay dioses conmigo: ¡Vivo Yo para siempre!”. 

Moshé nos advierte que nosotros y nuestros hijos debemos poner en práctica todas las palabras de esta Toráh, ya que no es en vano, porque es nuestra vida, y de esa forma prolongaremos nuestros días sobre la tierra. Al terminar Moshé de transmitir las palabras a nuestro pueblo,  HaKadósh Barúj Hu le ordena: “Sube al monte Nevo, muere al modo que murió Aharón y reúnete con tu pueblo”. Aharón murió con un “Beso celestial”, sin dolor alguno, El Eterno Mismo Lo Recogió en Sus Brazos, y del mismo modo falleció Moshé. Yered únicamente vio la tierra de Israel antes de partir de este mundo, pero en Tejiát HaMetim, él estará a la cabeza de los que murieron en el desierto, para entrar a Éretz Israel.

Haftaráh Haazinu: Shemuel Bet/2 Samuel  22:1 – 51 y Hoshea 14:2-10.



Shemuel Bet 22:1.- Y Habló David al Eterno las palabras de este cántico, el día que El Eterno le había librado de la mano de todos sus enemigos, y de la mano de Shaúl. 2 Y dijo: El Eterno es mi roca, y mi fortaleza, y mi libertador; 3 Dios de mi roca, en él confiaré: Mi escudo, y el cuerno de mi salud, mi fortaleza, y mi refugio; Mi salvador, que me librarás de violencia. 4 Invocaré al Eterno, digno de ser alabado. Y seré salvo de mis enemigos. 5 Cuando me cercaron olas de muerte, Y arroyos de maldad me asombraron, 6 Me rodearon los dolores del Sheól, Y me tomaron descuidado lazos de muerte. 32 Porque ¿qué Dios hay sino El Eterno? ¿O quién es fuerte sino nuestro Dios?


Hoshea 14:2.- Tomad con ustedes palabras, y conviértanse al Eterno, y Díganle: Quita toda maldad, y acepta el bien, y daremos becerros de nuestros labios. 4 Yo medicinaré su rebelión, los amaré de voluntad: porque mi ira se apartó de ellos. 5 Yo seré á Israel como rocío; él florecerá como lirio, y extenderá sus raíces como el Levanón. 6 Extenderse han sus ramos, y será su gloria como la de la oliva, y olerá como el Levanón. 7 Volverán, y se sentarán bajo de su sombra: serán vivificados como trigo, y florecerán como la vid: su olor, como de vino del Levanón. 8 Efraím dirá: ¿Qué más tendré ya con los ídolos? Yo lo oiré, y miraré; yo seré á él como la haya verde: de mí será hallado tu fruto. 9 ¿Quién es sabio para que entienda esto, y prudente para que los sepa? Porque los caminos del Eterno son derechos, y los justos andarán por ellos: mas los rebeldes en ellos caerán.

No podemos confiar en el ser humano para lograr nuestros objetivos, pues la Bendición y el Sustento solamente los provee El Eterno. Este es nuestro Dios ¡No hay otro!, nuestra emunáh es verdadera según lo que está escrito en la Toráh, de modo que debemos estar firmemente parados en la Roca de los Siglos, Cubiertos con Sus plumas, resguardados en Sus Alas, Confiados en Sus promesas de que somos sus hijos y las heredaremos en el momento apropiado. Solo existe un requisito para nosotros y nuestra descendencia: ¡Estudiar, vivir,  respirar Toráh, y Amar a nuestro Dios con todas nuestras vidas y  fuerzas! Eso es algo fácil de realizar, que debe convertirse en parte de nuestro diario andar.

¡G´mar Jatimá Tová VeShabbát Shalóm VeShavúa Tov!

03 de Tishrei de 5775/27 de Septiembre del 2014, Hermosillo, Sonora, México.

Por: Maestro Thyto Eliyahu Ovadyah Humberto.

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