Divrei Eliyahu Ovadyah
La
Parashá inicia con un interesante dialogo entre Moshé y Boré HaOlám: “Vaetjanán
El A. Baet HaHi Lemor: Adonay A. Atáh Hajilota Leharot Et Avdeja Et Gadeleja
Veet Yadeja Hajazakáh Ashér Mi El Bashamáyim Uvaáretz Ashér Yaaséh Kemaaseija
Vejiguevuroteja”. / “Y supliqué al Eterno en ese tiempo diciendo: Adonay El
Eterno Tú has comenzado a mostrar a tu siervo Tu Grandeza y Tu Mano fuerte,
Porque ¿Qué Dios hay en el cielo y en la tierra que haga tus hechos y acciones
poderosas?” “Eeberah Na Veereeh Et Haáretz Hatováh Ashér Beever Hayardén Hahar
Hatov Hazéh Vehalevanón”. / “Te imploro que me permitas cruzar para ver la
buena tierra que está más allá del Yardén, ese buen monte y el Levanón”. Cuando
Moshé menciona: “Hahar Hatov/Ese buen monte”, se está refiriendo a
Yerushaláyim, y cuando menciona al Levanón, se refiere al Bet HaMikdásh.
El Eterno le responde: “Suficiente, no vuelvas a hablarme al respecto”, como diciendo: “Casi me convences dejarte entrar a la tierra hijo mío”. HaShem solo le permite mirar a las cuatro direcciones y observar la tierra, pues no cruzaría el Yardén (El Midrásh nos informa, que en Tejiát Hametim Moshé estará a la cabeza de la generación que murió en el desierto y entrarán a la tierra prometida). Moshé debía instruir a Yehoshúa y darle ánimo y valor, pues él irá frente al pueblo y hará que posean la tierra que él solamente vio. A Yehoshúa y a todos los futuros profetas se refiere el Pérek 18, Pasúk 18 de Devarim: “Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare”. El Nombre de Yehoshúa tiene un valor numérico de: Yud=10, Hei=5, Vav=6, Shin=300, y Áyin=70, total=391. Este es el mismo valor de la palabra Leshona/Su lengua (Mishlé 31:26): Lámed=30, Shin=300, Vav=6, Nun=50 y Hei=5, total=391. Esto nos indica que Yehoshúa hablaría la palabra del Eterno al pueblo en ausencia de Moshé.
Se
nos exhorta a que pongamos por obra los decretos y ordenanzas que El Eterno nos
ha dado para poseer la tierra que nos ha dado. Cumplir los Mitzvót es para
nosotros: Sabiduría e inteligencia ante los ojos de los demás pueblos, pues
ellos dirán: “En efecto es un pueblo sabio y entendido esta gran nación”. Moshé
nos dice: “¿Qué pueblo hay que tenga a Dios tan cerca de él como tenemos
nosotros al Eterno nuestro Dios cada vez que Lo invocamos? ¿Y qué nación hay
que tenga decretos y leyes tan correctas como toda está Toráh que pongo delante
de ustedes?”. Es por ello que declaramos al terminar de leer la Toráh: “Vezót
HaToráh Ashér Sam Moshé Lifnei Benei Israel Al Pi A. Beyad Moshé”. / “Y esta es
la Toráh que puso Moshé delante de los hijos de Israel por Boca del Eterno y
mano de Moshé”.
Debemos enseñar la Toráh a nuestros hijos y nietos, pues cuando estuvimos ante El Eterno en Jorév le dijo a Moshé: “Reúneme al pueblo para que Yo les haga escuchar Mis palabras y aprendan a reverenciarme todos los días de su vida, y que también se las enseñen a sus hijos”. El monte Sinaí ardía en fuego que llegaba hasta el corazón del cielo, había nubes y oscuridad, escuchamos La Voz del Eterno que hablaba pero no vimos ninguna imagen. Él nos anunció que cumpliéramos este Pacto las Aséret HaDivrót que escribió sobre las dos lujót. Por tanto no debemos hacer imágenes para adorarlas, ya sean con forma de hombre o de mujer, ni de animal, tampoco debemos adorar a los astros celestes, pues solo sirven para adornar el cielo.
Se
nos recuerda que nuestro pueblo será esparcido al Galút entre las naciones
donde sirven a los ídolos de madera y de piedra. Sin embargo, si buscamos al
Eterno con todo nuestro corazón y nuestra alma lo Hallaremos cuando
estemos angustiados, debemos retornar a Él, pues No nos dejará, destruirá ni
tampoco Olvidará el Pacto que juró a nuestros padres. Preguntémonos: ¿Si en
tiempos pasados desde que El Eterno creó al ser humano sobre la tierra, si
algún pueblo escuchó Su Voz o hay algún dios e hizo los milagros, señales y
maravillas que El Eterno hizo en Mitzráyim ante nuestros ojos?
A
nosotros nos fue mostrado esto para que sepamos que El Eterno es Dios y no hay
otro, pues desde los cielos nos hizo escuchar Su Voz. Moshé nos indica:
“Entiende y grábatelo en tu corazón, que El Elyón es Dios, arriba en el cielo y
abajo en la tierra y no hay otro. Cumple Sus decretos y Sus preceptos, los
cuales yo te ordeno hoy, para que Él te brinde bienestar a ti y a tus
descendientes, y para que vivas mucho tiempo en la tierra que El Eterno, tu
Dios, te entrega para siempre”. Moshé hace separar tres ciudades de refugio al
oriente del Yardén para que huya el homicida no intencional: Betzer en los
llanos del desierto para los Reuvenitas, Ramót en Guilád para los Gaditas y
Golán en Bashán para los Menashitas.
Lekutiel
Ben Amram convoca a todo nuestro pueblo y nos dijo “Shemá Israel/Escucha
Israel” los decretos, rituales y preceptos que yo les transmito a ustedes, sean
cuidadosos al cumplirlos, pues El Eterno hizo un Pacto con nosotros en el monte
en medio del fuego. Cara a cara Habló El Eterno con ustedes. Yo estaba entonces
entre El Eterno y ustedes para transmitirles Su palabra (Moshé es el Mediador
entre Dios y el Pueblo). El Eterno Nos dijo (Las Aserét HaDivrót):
“Yo
soy El Eterno tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de esclavos.
3 No tendrás dioses extraños delante de Mi Rostro. No hagas imagen tallada
alguna de lo que está arriba en el cielo, ni de lo que está abajo en la tierra,
ni de lo que está en las aguas, debajo de la superficie. No te prosternes a ellas ni las
adores, pues Yo soy El Eterno, tu Dios, Dios celoso, que castiga la maldad de
los padres en los hijos hasta la tercera y la cuarta generación entre los que
Me aborrecen. Que obra con benevolencia hasta miles entre quienes Me aman y
cumplen Mis mandamientos. No tomes el Nombre del Eterno Tu Dios, en vano, pues
El Eterno no absuelve a quien toma Su Nombre en vano. Observa el
día Shabbát para santificarlo, como El Eterno Tu
Dios, te ha ordenado”.
“Seis
días trabajarás y realizarás todo tu trabajo, pero el séptimo día es Shabbát consagrado al Eterno, tu Dios. No hagas
ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni
tu toro, ni tu burro, ni ningún animal tuyo, ni el extranjero que se encuentra
dentro de tus puertas. Para que tu esclavo y tu esclava puedan descansar como
tú. Recuerda que fuiste esclavo en la tierra de Egipto y que El Eterno, tu
Dios, te sacó de allí con mano fuerte y con brazo extendido y por eso El Eterno
te ordena que observes el día Shabbát. Honra a tu padre y a tu madre,
como te ordenara El Eterno, tu Dios, para que vivas una larga vida, y para que
te vaya bien en la tierra que El Eterno, tu Dios, te entrega. No mates. No
cometas adulterio. No raptes, No atestigües en falso contra tu semejante. No
codicies la mujer de tu semejante. Y no codicies la casa de tu prójimo, tampoco
su campo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su toro, ni su burro, ni nada que
sea de tu semejante”.
Seiscientos
trece es el número total de Mitzvót de la Toráh: Asé/Harás: Positivos (248) y
Lo Taasé/No harás: Negativos (365) (248+365=613). El
número 613 en Mishpár Katán (6+1+3) es igual a 10 y esto alude a las Aserét
HaDivrót/Diez Palabras que fueron escritas por el Dedo de Dios en las Lujót
(Shemót 31:18). Está escrito acerca de Amatzyahu HaMélej: Divrei Hayamim Bet/ 2
Crónicas 25:4.- “Pero no mató a los hijos de ellos (A los hijos de sus siervos
que habían matado al Rey su padre), según lo que está escrito en la Toráh en el
libro de Moshé, donde El Eterno mandó, diciendo: No morirán los padres por los
hijos, ni los hijos por los padres; pero cada uno morirá por su pecado”.
La
palabra BeToráh/En la Toráh del Pasúk 4 citado anteriormente tiene un valor
numérico de: Bet=2, Tav=400, Vav=6, Res=200 y Hei=5, valor total=613, y este es
el número total de Mitzvót de la Toráh como dije anteriormente. La palabra
Toráh tiene un valor numérico de: Tav=400, Vav=6, Resh=200 y Hei=5, valor
total=611: ¿Dónde quedan las dos Mitzvót restantes para completar el total de
613? ¡Dentro de la misma Toráh en las Aserét HaDivrót!: Shemót 20:2.- 2 “Yo soy
El Eterno tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de esclavos. 3
No tendrás dioses extraños delante de Mi Rostro”.
Nuestro pueblo dijo después de escuchar las diez
palabras: “Naasé veNishmá/Haremos y escucharemos”. Entonces El Eterno dijo a
Moshé: “Escuché la propuesta que te hizo el pueblo, es correcto lo que dijeron.
¡Cuánto quisiera que este espíritu de temor reverencial hacia Mí perdure en
ellos. Así cumplirían siempre todos Mis mandamientos y les iría bien por siempre,
a ellos y a sus descendientes!” (¡Aquí está el secreto de la prosperidad para
el pueblo Judío!). Estos son los preceptos, decretos y leyes que El Eterno ha
ordenado por tanto: “Shemá Israel A. Eloheinu A. Ejád”. / “Escucha Israel El
Eterno nuestro Dios, El Eterno Es Uno”. En el nombre Israel están aludidos los
nombres de nuestros padres y madres: En la letra Yud se encuentran: Yitzják y
Yacov Avoteinu, en la letra Shin se encuentra: Saráh Imanu, en la letra Resh se
encuentran: Rivkáh y Rajel Imoteinu, en la letra Álef se encuentra: Avraham
Avinu, y en la letra Lámed se encuentra Leáh Imanu.
“Veahavtá
Et A. Eloheija Bejol Levavejá Uvejol Nafshejá Uvejol Meodejá”. / “Y Amarás al Eterno Tu Dios con todo
tu corazón: Las dos letras Bet en la palabra Levavejá aluden a los dos tiempos
del corazón humano: Cuando se está contento y cuando se está triste, en los dos
momentos debemos Amar al Eterno. Y con toda tu alma/voluntad: La palabra Néfesh
también significa voluntad, pues en Bereshit 23:8 Avraham Avinu les dice a los
hijos de Jet: “Im Yesh Et Nafshejem”. / “Si tienen voluntad”. Y con todo tu
poder/Con lo mucho, pues Meod significa mucho
también.
“Vehayú
Hadevarim Haeleh Ashér Anojí Metzavejá Hayom Al Levavejá, Veshinantám
Levaneija, Bedivarta Bam Beshivtejá, Bebeiteja Uvelejtejá Badérej Uveshojvejá
Uvkumejá”. / “Y estas palabras que te ordeno hoy deben estar sobre tu corazón;
enséñalas a tus hijos y habla de ellas mientras estás en tu casa, mientras
estás en el camino, al acostarte y al levantarte”. Ukshartám Leot Al Yadeja
Vehayú Letotafót Bein Eineja”. / “Átalas por señal sobre tu mano” alude al
Tefilín Shel Yad, “Y estarán por señales entre tus ojos”, alude al Tefilín Shel
Rosh. “Ujtavtám Al Mezuzót Beiteja Uvisheareja”. / “Y escríbelas sobre el marco
de tus puertas y en tus portales”, alude a fijar la Mezuzá en las puertas de
nuestra casa.
Se
nos recuerda que cuando entremos a la tierra que El Eterno juro s nuestros
padres: Avraham, Yitzják y Yaacov, que nos había de dar, nos encontraremos con
muchas cosas buenas: Viñas, olivos, casas, por tanto no debemos olvidarnos del
Eterno nuestro Dios que nos sacó de Mitzráyim e ir tras otros dioses, debemos
Servirlo solo a Él. Cuando nuestros hijos nos pregunten: “¿Qué significan estos
estatutos testimoniales, rituales y leyes que El Eterno, nuestro Dios, nos
ordenó?”, cuéntales:
“Fuimos esclavos de Paró en Mitzráyim y El Eterno nos sacó
de Mitzráyim con mano fuerte. El Eterno hizo grandes y terribles maravillas y
señales contra Mitzráyim, contra Paró y contra toda su casa, ante nuestros
ojos. Y a nosotros nos sacó de allí para traernos acá, para entregarnos esta
tierra que les jurara a nuestros padres. El Eterno nos ordenó que cumpliéramos todos estos
decretos, que temamos con reverencia al Eterno nuestro Dios en nuestro
beneficio todos los días para que nos dé vida, tal como hasta este mismo día.
Será un mérito para nosotros ser cuidadosos en cumplir toda esta normativa ante
El Eterno, nuestro Dios, tal como Él nos ordenó”.
Se nos exhorta a no tomar
las costumbres de los pueblos paganos, y tampoco a casarnos con sus habitantes,
pues podrían arrastrarnos a adorar a sus dioses falsos. Por consiguiente debemos saber que El Eterno, nuestro
Dios es Dios fiel que cumple el pacto y la benevolencia para quienes Lo aman y
para los que cumplen Sus preceptos, hasta mil generaciones. Pero a los que Le
odian les da la recompensa en
su presencia misma, para destruirlos. Él no se demora con su enemigo, le da su
merecido en su misma cara. Debemos
cumplir el mandato, los
decretos rituales y las leyes que El Eterno nos ordenó hoy que pusiéramos en
práctica.
Haftaráh Vaetjanán: Yeshayahu/Isaías
40:1-26.
1¡Consuelen,
consuelen a Mi pueblo!, dice el Dios de ustedes. 2 Háblenle al corazón de Yerushaláyim.
Díganle que ya se ha cumplido el tiempo de su exilio, que su transgresión ya ha
sido perdonada, pues ha recibido de mano del Eterno el doble por todos sus
pecados 3 La voz clama en el desierto: “Despejen
el camino del Eterno, hagan un camino llano en el desierto, un sendero para
nuestro Dios. 4 Eleven los valles y allanen los montes,
enderecen los caminos tortuosos y las colinas sean aplanadas. 5 Se revelará entonces la gloria del
Eterno y todos los seres reconocerán unánimemente que El Eterno ha hablado”.
El
mensaje que HaKadósh Barúj Hu Nos Ha Dado a través de Su Toráh y de Su Profeta
es muy significativo: El Shadday quiere Fidelidad, entrega, compromiso y amor
hacia Él de nuestra parte. Nos dejó Sus Mitzvót, decretos y leyes, para que
construyéramos una identidad como Su Pueblo Elegido, y debido a que somos sus
hijos predilectos somos diferentes a los demás pueblos de la tierra. El Eterno
está dispuesto a bendecirnos y prosperarnos, la pregunta sería: ¿Se lo estamos
permitiendo?
¡Shabbát Shalóm VeShavúa Tov✡!
13 de Av de 5774/09 de Agosto del 2014, Hermosillo, Sonora,
México.
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