23 agosto 2014

Parashá Reé: Devarim/Deuteronomio 11:26 - 16:17, Por: Maestro Thyto Eliyahu Ovadyah Humberto.


Divrei Eliyahu Ovadyah

Moshé en la presente sección de la Toráh menciona el libre albedrío que poseemos al decir: “Reé/Mira yo presento ante ustedes la bendición y la maldición. La bendición si obedecen los mitzvót del Eterno su Dios que yo les ordeno hoy. Y la maldición si no los obedecen y se apartan del camino que yo les prescribo siguiendo a otros dioses que nunca conocieron”. El Eterno no nos obliga de ninguna manera a Obedecerle, somos libres de seguirle o de no hacerlo, más sin embargo, las consecuencias de nuestras decisiones repercutirán tarde o temprano en nuestras vidas, ya sea de una manera positiva o negativa. La palabra: Berajá: Bet=2, Resh=200, Caf=20 y Hei=5, total=227, tiene el mismo valor numérico que la palabra: Vayaatziméhu/Y lo hizo más fuerte (Tehilá 105:24): Vav=6, Yud=10, Áyin=70, Tzadi=90, Mem=40, Hei=5 y Vav=6, total=227. Esto nos enseña que si El Eterno nos bendice, entonces prosperaremos en todos los ámbitos de nuestra vida. 


En el momento en que Moshé habló estas palabras nuestro pueblo estaba a punto de conquistar la tierra y Avigdor Ben Amram da al pueblo un mandamiento para recordar lo que ha dicho: “Cuando El Eterno te introduzca en la tierra, ubicarás personas que bendicen mirando ante el monte Gerizim. Asimismo pondrás personas maldiciendo mirando hacia el monte Eval, por tanto sean cuidadosos en cumplir los decretos y leyes que hoy presento ante ustedes”. 

Al estar habitando dentro de la tierra prometida a nuestros padres nuestro pueblo debía destruir todos los altares idolátricos e imágenes para borrar los nombres de esas vanidades para siempre. Se nos enfatiza que al Eterno no debemos Adorarlo como lo hacen los idólatras, sino única y exclusivamente en el lugar que Él escogiere de entre todas las tribus para establecer allí Su Nombre. La tehilá 78:68  nos dice que tribu es la elegida: “Sino que escogió la tribu de Yehudá, el monte de Tzión, al cual amó. Y Divrei HaYamim Bet/2 de Crónicas 6:6 nos muestra que ciudad es la preferida por HaKadósh Barúj Hu: “Pero a Yerushaláyim he elegido para que en ella esté Mi Nombre”. ¡No queda duda alguna de cuál es la tribu y la ciudad escogida por el Shadday!



Se nos dice que habrá un lugar específico para que repose sobre él, El Nombre del Eterno, al cual se deben llevar todos los Korbanót  y ofrendas para regocijarnos ante Su Presencia junto con todas las personas que vivan en la comunidad. Aquí se alude al Mishkán y al Bet HaMikdásh. Se nos manda que podemos comer la carne de un animal Kosher/Kasher, siempre y cuando su sangre la hayamos vertido como agua sobre la tierra y no la bebamos como lo hacen los paganos. Además el diezmo de los cereales, vino, aceite y de los primogénitos de los animales debía comerse ante El Eterno en Yerushaláyim y no en otro lugar. Se nos exhorta a que debemos hacerlo con regocijo y de no olvidar a los Leviim que reciben el diezmo, debemos apoyarlos. Si el lugar que escogió El Eterno está demasiado lejos se podrán faenar animales tanto del ganado mayor como del menor de la forma que El Eterno nos enseñó (Por medio de la Shejitá).



No debemos añadir ni quitar nada a las ordenanzas que hemos recibido. Se nos advierte que si un profeta o soñador de sueños nos muestra una señal, u ocurre un milagro y ambos se cumplen, y además de esto aún si nuestro hermano, madre,  padre, hijo, hija, esposo o esposa o una ciudad entera de personas idólatras nos invitan a seguir a otros dioses, no debemos hacerles caso, pues Dios quiere ponernos a prueba para saber si lo amamos con todo nuestro corazón y toda nuestra alma. A El Eterno debemos Seguirlo, Reverenciarlo, Servirlo, apegarnos a Él, cumplir Sus preceptos y escuchar Su Voz.  Nosotros somos hijos del Eterno nuestro Dios, por tanto no debemos emular las costumbres de los paganos haciéndonos heridas o tatuajes en nuestro cuerpo, ni tampoco debemos raparnos ninguna parte de la cabeza por señal de duelo.

Somos un pueblo consagrado para El Eterno nuestro Dios, pues Él nos ha elegido de entre todos los pueblos de la tierra para que seamos el más preciado pueblo que existe sobre la tierra. Es por ello que nos dio las leyes dietéticas de no comer animales impuros que Él prohíbe en Su palabra. Tampoco debemos comer la carne de un animal Kosher/Kasher que fue despedazado por las fieras, tampoco debemos cocer al cabrito en la leche de su madre. Debemos separar el segundo diezmo de la cosecha y comerlo ante El Eterno en el lugar que Él ha escogido para reposar Su Nombre. En caso de que no podamos separar el maaser/diezmo porque estamos lejos del lugar que El Shadday escogió, entonces debemos sustituirlo por dinero y comprar en ese lugar cualquier cosa que deseemos e ingerirla allí. También al final de cada tres años debemos separar el diezmo para los Leviim, los extranjeros, los huérfanos y las viudas para que coman y se sacien. De esta forma El Eterno nos bendecirá en todo cuanto hagamos.


Al final de cada siete años debemos condonar las deudas en honor al Eterno. De esta forma  no habrá menesterosos entre nosotros, pues El Eterno nos bendecirá abundantemente en la tierra, solo si obedecemos Su Voz como ha prometido. Prestaremos a otros pueblos, y no tendremos necesidad de pedir prestado. Dominaremos a muchas naciones, y ellas no nos dominarán. No debemos endurecer nuestro corazón, ni cerrar nuestra mano ante el menesteroso. Debemos abrirle nuestra mano generosamente y darle lo que necesita. El Midrásh nos dice: “Tres acciones tienen el poder de provocar la abolición de decretos Celestiales: 1. El arrepentimiento, 2. El ofrecer caridad, 3. Las plegarias”.  Además si un hombre y mujer hebreos son vendidos,  solo trabajarán seis años, y al séptimo saldrán libres. No debemos despedirlos con las manos vacías, sino con generosos regalos: Animales, cereales, vino. Le daremos de todo aquello con que te haya bendecido El Eterno nuestro Dios. No olvidemos que fuimos esclavos en Mitzráyim y el Eterno nuestro Dios nos liberó.


De igual forma que el primogénito varón humano, todo primogénito macho del ganado será consagrado al Eterno nuestro Dios. No debemos hacerlo trabajar, ni tampoco esquilarlo, sino que cada año lo comeremos en el lugar que escogió El Eterno. Si el animal tiene un defecto físico entonces no debemos sacrificarlo a Él, sino debemos comerlo en la ciudad en que vivamos, podemos consumir su carne, pero no beber su sangre: Tenemos que verterla como agua sobre la tierra, tal como expliqué anteriormente (En la sangre está la vida del animal, por tanto no debemos ingerirla). Se nos recuerda cumplir con las Shalósh Regalim/Tres ocasiones (Son las fiestas de Pésaj, Shavuót y Sukkót), aunque la palabra Regalim proviene de la palabra Raglaim/Piernas o pies, ya que las personas solían acudir a pie a Yerushaláyim para observar estas tres fiestas caminando largas distancias desde sus lugares de origen.


Haftaráh Reé: Yeshayahu/Isaías 54:11 - 55:5.  


11¡Pobre afligida, atormentada y desconsolada! Mira, Yo haré tu piso de gemas y tus cimientos de zafiros. 12 Haré tus ventanales de rubíes, tus portales de piedras brillantes, todo tu territorio de piedras preciosas. 13 Todos tus hijos serán estudiosos del Eterno y abundante será la paz de tus hijos. 14 Merced a tu rectitud serás establecida. Aléjate de la opresión y del pánico, pues no se acercará a ti. 15 En verdad debe temer quien se haya alejado de Mí. Quien te enfrente agresivamente caerá ante ti. 16 Mira, Yo he creado al herrero, que sopla el fuego del carbón y extrae la herramienta para su oficio; y Yo he creado al destructor para demoler. 17 Ningún arma forjada contra ti tendrá éxito y a toda lengua que en juicio se levante contra ti, condenarás. Ésta es la herencia de los servidores del Eterno, y su rectitud proviene de Mí, dice El Eterno.

¡Shabbát Shalóm VeShavúa Tov!


¡Que Tu amor hacia el Eterno no disminuya y le entregues tu corazón, alma y voluntad!

27 de Av de 5774/23 de Agosto del 2014, Hermosillo, Sonora, México.

Por: Maestro Thyto Eliyahu Ovadyah Humberto.

Derechos de autor/Copyright © registrados en México. 

Y Q

2 comentarios:

  1. Me encanta este blog. Excelentes enseñanzas, gracias

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    1. ¡Bendito Sea El Eterno!. Es un placer poder compartir las enseñanzas.

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