15 agosto 2014

Parashá Ékev: Devarim/Deuteronomio 7:12 - 11:25, Por: Maestro Thyto Eliyahu Ovadyah Humberto.




Divrei Eliyahu Ovadyah

La Toráh en la presente Parashá Ékev menciona numerosas bendiciones para nosotros. La primera de ellas es que El Eterno Nos Amará, Bendecirá y Multiplicará, además Amará también a nuestros hijos y prosperará la tierra que poseemos. Seremos bendecidos más que todos los pueblos y nuestros enemigos serán abatidos. Además El Eterno nos exhorta a no tener ídolos de ninguna especie (Aún imaginarios). Así que debemos comprender que Él nos dio de comer el maná, que ni nuestros padres jamás habían experimentado, para hacernos saber que no sólo de pan vive el hombre, sino de todo lo que Sale de la Boca del Eterno vive el hombre. Por tanto debemos ser agradecidos, ya que cuando comamos y nos sintamos satisfechos debemos Bendecir al Eterno nuestro Dios por la buena tierra que nos dio. 



La expresión anteriormente descrita: Motzá Fi/Sale de la Boca (Devarim 8:3) tiene un valor numérico de: Mem=40, Vav=6, Tzadi=90, Álef=1, Pé=80 y Yud=10 total=227. El Eterno con las palabras que salen de Su Boca nos otorga Berajá/Bendición, y precisamente las palabras: Motzá Fi/Sale de Su Boca y Berajá (Bereshit 12:2) tienen el mismo valor numérico: Bet=2, Resh=200, Caf=20 y Hei=5, total=227. ¡Seremos Bendición como lo fue Avraham Avinu, pues El Shadday nos Bendice a cada momento con Sus palabras!

No debemos ser orgullosos y decir: “Mi poder y mi fuerza son los que me proporcionaron esta riqueza”, no debemos olvidar que El Eterno nuestro Dios es Él Quien nos da la fuerza para ser exitosos, cumpliendo así el Pacto que juró a nuestros padres (¡Confiemos en Su Palabra al trabajar arduamente, pues ya contamos con Su Bendición!). Tampoco debemos decir que El Eterno nos dio la tierra de Israel de acuerdo a nuestros méritos, sino por el zejút/mérito de nuestros padres para cumplir Su juramento. Debido a la falta de confianza y por haber murmurado en contra del Eterno, por poco y somos eliminados como Su pueblo elegido.



Moshé nos recuerda que él subió ante El Shadday para recibir las lujot/tablas de piedra escritas por Su Dedo, y no comió ni bebió nada durante cuarenta días y cuarenta noches. Pero al descender de Har Sinái vio como el pueblo idolatraba al becerro de oro, entonces tomó las dos lujót y las rompió contra el suelo. Y subió otros cuarenta días y cuarenta noches para recibir dos nuevas lujót con las Aserei HaDivrót/Diez palabras de Mano de HaKadósh Barúj Hu, además de interceder por el pueblo para que El Elyón nos perdonara, pues somos Su herencia, pues nos sacó de Mitzráyim con gran poder y brazo extendido.


¿Qué pide El Eterno de nosotros? Obediencia solamente a Él. Que Lo temamos, que sigamos Sus caminos, que Lo amemos y que Lo sirvamos con todo nuestro corazón y nuestra alma cumpliendo sus preceptos. El Eterno es Justo, ayuda al huérfano, a la viuda y ama al Guer/Extranjero/Prosélito dándole pan y vestido, precisamente por eso se nos recuerda: “Con setenta personas emigraron tus ancestros a Mitzráyim y ahora Él nos ha hecho abundantes como a las estrellas del cielo”.



Si obedecemos Sus Mitzvót de Amarlo y Servirlo, la lluvia no faltará en nuestra tierra, tendremos abundancia de cereal, vino,  aceite y comida para los animales. Debemos grabar Sus palabras como señal en nuestro brazo, sobre nuestro corazón y alma, además deberán ser señales entre nuestros ojos, debemos enseñarlas a nuestros hijos, estando en casa o andando por el camino, cuando nos levantemos y acostemos. Debemos escribirlas en el marco de nuestras puertas. Para que se prolonguen los días de nuestros hijos en la tierra que El Eterno juró a nuestros padres.



Haftaráh Ékev: Yeshayahu/Isaías 49:14 - 51:3. 



14 Tzión ha dicho: “¡El Eterno me abandonó, El Eterno me olvidó!” ¿Puede una mujer olvidarse de su criatura, o no sentir compasión por el hijo de su vientre? Aunque ellas se olviden, Yo no me olvidaré de ti! 16 Mira, sobre las palmas te he grabado, siempre tengo presente tus muros. 17 Tus hijos se apurarán, mientras que los que te destruyeron y los que te arrasaron te abandonarán. 18 Levanta tus ojos y mira a tu alrededor — todos tus hijos se han reunido y vinieron hacia ti. “¡Así como Yo vivo!”, jura El Eterno, “lucirás a tus hijos como joyas, te adornarás con ellos como una novia”. 22 Así dice El Eterno Dios: “Levantaré Mi mano hacia las naciones y levantaré Mi bandera hacia los pueblos. Ellos traerán a tus hijos en brazos, y tus hijas serán llevadas en hombros. 23 Reyes te criarán y reinas serán tus nodrizas. Se prosternarán ante ti con el rostro a tierra y lamerán el polvo de tus pies. Entonces sabrás que Yo soy El Eterno, y aquellos que ponen su esperanza en Mí no serán humillados.

Caminar con Dios de Su Mano día con día es el deseo de toda persona que busca continuamente Su Rostro. Podemos resumir en un solo Pasúk lo que la Toráh y la Haftará Ékev nos transmiten: “Busquen lo bueno, y no lo malo, para que vivan; porque así El Eterno Dios de los ejércitos estará con ustedes, como dicen". (Amós 5:14).

¡Shabbát Shalóm VeShavúa Tov!

20 de Av de 5774/16 de Agosto del 2014, Hermosillo, Sonora, México.

Por: Maestro Thyto Eliyahu Ovadyah Humberto

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4 comentarios:

  1. Hermoso mensaje, gracias, me cayó como anillo al dedo

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  2. B"H cuanta grandeza hay en la Palabra de D-os, Palabra viva que reconforta

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