19 julio 2014

Parashá Matót: Bamidbar/Números 30:2 - 32:42.




Divrei Eliyahu Ovadyah

La Toráh en esta Parashá Matót dice que si una persona siendo hombre hace una promesa, esta queda en pie, pero si es una mujer que aún vive con su padre, este puede anular la promesa hecha por ella y El Eterno la perdonará. En cambio si una mujer comprometida en matrimonio hace una promesa, si su prometido escucha y guarda silencio, todas sus promesas y prohibiciones quedan en pie. El Midrásh dice al respecto: Si alguien toma un juramento o un voto y luego se da cuenta que es demasiado difícil para él cumplir, puede ir a un talmid jajam que es un experto en las halajót (leyes), o a tres legos. Ellos pueden absolverlo sobre la base de su declaración de que al tiempo de tomar la promesa él no era completamente consciente de todas sus implicancias. Si él hubiera comprendido todas las dificultades de mantenerla, no habría actuado así.



Así, la promesa fue un error de su parte. El explica los detalles de su promesa al juez (o jueces), quien determina si las circunstancias le permiten conceder una absolución. Si él descubre un punto de arrepentimiento del cual la persona que tomó el juramento no era consciente en el momento, puede absolverla. "¿Hubierais hecho vuestra promesa si supierais que más tarde lo lamentaríais?" le pregunta el juez. "No," replica la persona que tomó el juramento. Estáis liberado de él," sentencia el juez.

El libro de Kohelét 5:5 dice al respecto: “Mejor es que no prometas, que no que prometas y no pagues”. El Judaísmo basado en la Toráh, dice que un juramento o promesa es obligatorio cuando es tomado por un muchacho desde la edad de trece años y una muchacha desde la edad de doce, (o por un muchacho de doce y una muchacha de once si ellos entienden su significado). El Eterno  entiende perfectamente la naturaleza humana y conoce que una persona puede lamentar más tarde su promesa obligatoria, El nos dio modos para anularlo. Al principio de la Parashá, la Toráh nos dice que Moshé les habló a los jefes de las tribus para explicarles la Halajá acerca del juramento.



La palabra: Tribus en Ivrit es: Matót, y tiene un valor numérico de: Mem=40, Tet=9, Vav=6 y Tav=400, total=455. Este es el mismo valor en gematría de la palabra: Admatí/Mi tierra (Divrei Hayamim 7:20): Álef=1, Dálet=4, Mem=40, Tav=400 y Yud=10, total=455. ¡Aún la matemática espiritual nos muestra que la tierra de Israel solo pertenece a las doce tribus, a nosotros los Judíos.  ¡Palestina solo existió hasta su creación en el año 1964, no hay excusa para que ellos digan que la tierra de Israel no es de nosotros los Judíos! 


El Eterno le dice a Moshé, que nuestro Pueblo Israel tomará revancha sobre los Midianitas (¡Así también tomaremos revancha de Hamás BeEzrat Elyón!). Se enlistan para la guerra mil hombres de cada tribu, es decir en total fueron doce mil hombres. Fueron acribillados los cinco reyes de Midián y también a espada Bilám hijo de Beor (La Toráh She Be AlPéh dice que el mismo Moshé lo mató).

Se menciona en esta parte de la Toráh que El Eterno Ordenó a Moshé, que se deben Kasherizar los utensilios y vestimentas derivados de la cabra, de madera, de oro, plata, cobre, hierro, estaño y plomo. La Kasherización es de esta forma: Todo utensilio que se emplea sobre el fuego, hay que pasarlo sobre el mismo y sumergirlo en una fuente de agua natural. Los utensilios que no se utilizan sobre el fuego, basta con sumergirlos en la fuente de agua. 

También las personas que participaron en la guerra debían hacer tevilá para poder ingresar de nuevo al campamento. El Eterno  le Ordena a Moshé, que él y Elazar, junto a los jefes de la Comunidad debían repartir el botín de esta forma: La mitad será para los soldados que salieron a la guerra y la otra mitad será para la comunidad.



Los descendientes de Reuvén y de Gad poseían mucho ganado, observaron la tierra de Iazer y de Guilád, y vieron que eran aptas para sus animales. Fueron con Moshé, Elazar y los jefes de la comunidad a pedirles los territorios ubicados al este del Yardén como propiedad eterna. Moshé les entrega a ellos y a media tribu de Menashé, el reino de Sijón y de Og, así como las ciudades comprendidas entre sus fronteras. ¡En ocasiones debemos manifestar nuestro pedido, porque en el Cielo ya han decretado que será nuestro!

Haftaráh Matót: Yirmeyahu/Jeremías 1:1 - 2:3. 


“Te conocí antes de que te formara en el vientre. Y antes de que emergieses del vientre materno, te santifiqué y te designé profeta para las naciones Pero yo respondí: “Ay de mí, Eterno, Elohim. Mira que no sé hablar pues aún soy niño!”. El Eterno me dijo: “No digas: ‘Soy niño’, pues irás adonde Yo te envíe y dirás todo lo que Yo te mande. No les temas, pues Yo estoy contigo y Yo te salvaré, dijo El Eterno.” Luego, El Eterno extendió Su mano y me tocó la boca — El Eterno me dijo: “Mira, pongo Mis palabras en tu boca”.

La Parashá nos habla al inicio de ella que un juramento es algo muy solemne y no debe anularse por cualquier motivo. La Haftará nos enseña que debemos hablar la Palabra del Eterno, pues Él nos Respalda para que proclamemos Su verdad. No podemos quedarnos callados, sino como dijo Su Profeta: Toquen trompeta en Tzión, y pregonen en mi santo monte: tiemblen todos los habitantes de la tierra; porque viene el día del Eterno, porque está cercano. (Yoel 2:1).

¡Shabbát Shalóm VeShavúa Tov!

Por: Talmid Thyto Eliyahu Ovadyah Ben Avraham Morales Sh´litá. 21 de Tamuz de 5774/19 de Julio del 2014, Hermosillo, Sonora, México.



2 comentarios:

  1. Muchas gracias por esta bella enseñanza, los judios sefarditas de latinoamerica estan recobrandosus origenes y el amor que sienten por Israel, y saldran a defenderla....Shaolm

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  2. JEREMIAS 1:5

    4 Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:
    5 Antes que yo te formara en el seno materno, te conocí, y antes que nacieras, te consagré, te puse por profeta a las naciones

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