23 abril 2015

CARTA ABIERTA AL SOLDADO QUE OLVIDÉ

Para qué, preguntan muchos, para qué sirvió tu muerte defendiendo nuestra Tierra, si ya casi nadie, salvo tus seres más cercanos, te recuerdan y evocan tu nombre.
Para el resto de los habitantes de Israel, eres un número, un muerto más, un soldado anónimo y olvidado.



Y aunque se me parta el alma al reconocerlo, no estoy en condiciones de mentirte.
No quiero engañarte; no, no puedo hacerlo.
Pero querido y amado soldado que olvidé:
La memoria y el recuerdo son la parte más superficial de un sentimiento inconmensurable de reconocimiento y de una admiración sin límites.
Los pueblos son capaces de olvidar a sus muertos, pero con cada uno de ellos el sentimiento de enraizamiento y responsabilidad se profundiza y se ensancha.
Los pueblos son capaces de olvidar a sus muertos, los que cayeron en la lucha y la batalla, pero ellos son los responsables únicos y directos que un sentimiento de amor y apego nos una de un modo inclaudicable a la Tierra que a ustedes los cubre y los cobija como una madre, como una madre.
Los hombres somos capaces de olvidar a nuestros muertos, pero nuestra vida se nutre y sustenta gracias a ellos.



La memoria y el recuerdo son nada más que el extremo del iceberg.
La memoria y el recuerdo son expresiones humanas que no pueden ni podrán jamás rendir el homenaje verdadero, o poner en palabras que no fueron inventadas aún, a la huella eterna que los soldados olvidados dejaron sobre un pueblo que se aferra a la Vida gracias y a pesar de sus muertos.
Mi querido y amado soldado olvidado: desconozco tu nombre, y casi nada sé de ti. Y al escribirlo la vergüenza me ahoga.
Pero quería que sepas que por mis venas corre tu heroísmo, tu arrojo, tus ideales y tu bravura.
Es cierto, te he olvidado y tampoco sé tu nombre: pero me empeño en ser inmortal, gracias a los muertos, como tú, que cada año, te lo juro, cada año, están más y más vivos.
¡ VUESTRO RECUERDO, A PESAR DEL OLVIDO, SERA SIEMPRE UNA BENDICIÓN !

Autor: Rabino Daniel Karpuj - Daniel Ben Itzjak

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