Hashem le dijo a
Moshé, "Reúne a la nación entera en el atrio del Mishkán para que asistan a la consagración de las ceremonias
durante los siete días de la Inauguración del Mishkán.'' Al escuchar este mandato, Moshé se preguntó,
"¿Cómo será posible reunir a todo el klal Israel en el atrio del Mishkán?
La medida del
atrio era de 50 x 100 amot (Alrededor
de 25 x 50 mts.), de los cuales sólo el Mishkán
ocupaba doscientos amot. Una
parte adicional fue tomada por el mizbeaj
y el kior. El área que
sobraba era demasiado pequeña para acomodar a 600.000 hombres.
No obstante,
Hashem le informó a Moshé, "No te preguntes como haré para realizar esta
hazaña. Yo puedo hacer que entres en áreas pequeñas contenidos que excedan su
capacidad."
Este tipo de milagro
fue realizado por el Todopoderoso en varias ocasiones:
1. Cuando trajo a Egipto la Plaga de las
Ampollas, Hashem le ordenó a Moshé y a Aharón que recogieran dos puñados de hollín. Luego Aharón debió darle
el hollín que sostenía en sus manos a Moshé. Moshé milagrosamente sostuvo en
una sólo mano cuatro puñados de hollín, los suyos y los de Aharón, y los arrojó al cielo.
2. Moshé y Aharón reunieron a la nación entera en un lugar denominado Mé
Merivá frente a una roca de la cual el
Todopoderoso iba a extraer agua. En ese momento, ocurrió un milagro. Cada judío
efectivamente estaba parado frente a la roca (Bamidbar 20:20).
3. Cuando los judíos estaban por cruzar el
Iardén (Jordán), Iehoshúa reunió a la nación entera en el área comprendida
entre las dos barras del arón (3:9). El anunció, "A través de este milagro en el que acomodé a todos en
un área tan pequeña y del cual ustedes son testigos, deben saber que D-s vive
entre ustedes. "
4. Como ya se mencionó en este capítulo, el
atrio del Mishkán durante los Siete Días de Inauguración, contuvo a todos los
hombres de la nación, un total de 600.000.
5. Este mismo milagro ocurrió con cierta
regularidad en el Beit Hamikdásh. Cuando
la gente llegó al Atrio, eran una multitud. Sin embargo, cuando rezaban, cada
uno de repente se encontró con cuatro
amot (aprox. 2 mts.) extra
adelante, y hacia las otras direcciones un espacio de un ama (aprox. 50
cm.).
6. En el futuro nosotros también vamos a
experimentar el gran milagro en el cual un área contendrá un contenido que exceda
su capacidad natural. El Todopoderoso va a resucitar a todos los tzadikim
que vivieron desde los tiempos de
Adam, y los traerá a Éretz Israel. Entonces, la Tierra se expandirá en forma milagrosa para acomodar a
todos aquellos que van a regresar. Ningún judío va a sufrir la falta de
espacio.
El Todopoderoso
realiza milagros sólo si son necesarios o si El desea impresionarnos con una
lección vital. ¿Por qué es que en cada uno de los casos anteriores El realizó
el milagro de una superficie pequeña con un contenido sobrenatural? Trataremos
de señalar en cada caso la necesidad del milagro:
1. La Plaga de las
Ampollas, que le causó a los egipcios un dolor físico bastante agudo, fue un
castigo midá - kenegued - midá por
haber obtenido un gran placer físico a expensas de los Bnei Israel debido a que los obligaban a que calentaran y
enfriaran el agua para sus baños. Por lo tanto, esta plaga fue introducida de
forma tal que incluía muchos detalles milagrosos como un castigo impresionante
por el comportamiento impudente.
2. En Mé Merivá,
todo judío de repente se encontraba parado frente a la roca. El Todopoderoso
deseaba que todo judío se convirtiera en testigo ocular del hecho de que el
agua en verdad comenzó a brotar de la piedra.
3. La conquista de
Éretz Israel bajo el mando de
Iehoshúa fue lograda con un ejército bastante reducido si se lo compara con las
fuerzas numerosas y bien entrenadas de treinta y un reyes. El milagro de que la
nación entera encuentre un lugar entre las barras del arón que tuvo lugar antes de que cruzaran el larden fue una
demostración del amor y del afecto de Hashem. Al saber que El estaba entre
ellos, reunirían el coraje necesario para enfrentar a los enemigos que
superaban por lejos a los judíos.
4. Durante los
Días de Inauguración del Mishkán, todos
los hombres entraron en el atrio del Mishkán.
Hashem deseaba que todos los judíos pudieran observar cómo se
consagraban los kohanim de modo
que cada uno debía demostrar una actitud apropiada de respeto hacia la kehuná (sacerdocio). Además, el
Todopoderoso quería que todos sean testigo de la revelación de la shejiná
señalada por el fuego Celestial que desciende sobre el altar.
5. En el Beit Hamikdásh, el milagro de que un área
determinada tenía un contenido que excedía su capacidad normal era necesario
para que los adoradores lo pudieran ver frente a sus narices durante la tefilá. Por esta razón, cada uno
necesitaba cuatro amot de
frente, el promedio de altura de cada persona.
Hashem también
proveía un espacio vacío de un ama hacia los costados y hacia atrás de cada uno
para que pudiera rezar sin que el rezo de su vecino lo distrajera. Además, este
espacio no permitía que se escucharan los vidui (confesiones de pecados) del de al lado y de esta manera
evitaba que uno se avergonzara.
Moshé hizo lo que
el Todopoderoso le había ordenado. Reunió a Aharón, sus hijos, y a los Bnei Israel en el atrio del Mishkán.
(El Midrásh, Séfer Vayikrá,
Parashát Tzav)
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