La
dinastía de los Jashmonaim se menciona en la Toráh, pues la raíz del nombre se
deriva de un lugar llamado Jashmonáh donde residieron temporalmente nuestros
antepasados en sus viajes por el
desierto: “Vayiseu Mejashmonáh Vayajanu Bemoserót”. / “Partieron de
Jashmonáh y acamparon en Moserót” (Bemidbar/Números 33:30).
Cuando
Yehuda Ben Matityahu se volvió el líder de los Jashmonaim usó el nombre de
Makkabí, y lo puso en una bandera debido a dos motivos:
1)
Makkabáh significa martillo, y la palabra Makkabí que se deriva de ella
significa: “Mi martillo”. 2) Makkabí es un acróstico de: “Mi Jamója Baelim A.”
/ ¿Quién Es Como Tú Eterno entre los dioses?” (Shemót/Éxodo 15:11).
Cuenta
la historia: “Hamakkabim Hitejilu Et Hamered Beezor Modín BeIsrael Bakeriah”:
“Mi LaA. Elai”. / “Los Makkabim comenzaron la rebelión en Modín en Israel, con
el llamado”: “Quien cree en El Eterno que venga conmigo”.
Cuando
se inauguró el Bet HaMikdásh después de la derrota del imperio griego, se cantó
el Tehilim/Salmo 30.- “Mizmor Shir Janukát Habayit LeDavid”. / “Salmo, canción
para la dedicación de la casa de David”.
En
el mes de Kislev ocurrió el milagro de Janukkáh. La palabra Janukkáh puede
dividirse en dos partes: 1) Janu: Ellos descansaron, cuyo
valor numérico es: Caf=20 y Hei=5: 20 + 5=25, es decir: Ellos
descansaron el día 25 del mes de Kislev.
Está
escrito en la Toráh que las luces de la Menoráh deben permanecer encendidas en
presencia del Eterno (Shemót/Éxodo 27:20-21). Janukkáh es un acróstico que significa:
“Jet Nerót Vehalajá Kibet Hillel”. / “Ocho candelas y la Halajá es de acuerdo a
Hillel”.
Por
tanto ha predominado el encender las candelas de la Janukía según su escuela: El primer día de
Janukkáh, encendemos una vela; cada día que sigue, agregamos una vela más por
noche.
Janukkáh
significa dedicación y tiene un valor numérico de: Jet=8, Nun=50, Vav=6, Caf=20
y Hei=5, total=89. La palabra HaGuemulah/ La recompensa (Shemuel Álef/2 Samuel
19:36) tiene el mismo valor numérico que la palabra Janukkáh: Hei=5, Guimel=3,
Mem=40, Vav=6, Lámed=30 y Hei=5, total=89.
Es
por ello que la recompensa del Eterno fue el triunfo de Israel sobre
Yaván/Grecia, ya que lo material no puede combatir contra lo espiritual. De la
misma forma toda persona que se ocupa de cumplir la Toráh tiene su recompensa
en ambos mundos.
En
Yirmeyahu/Jeremías 14:9-10, las últimas dos palabras que menciona el naví en el
pasúk 9 son: “Lo Tanijenu”. / “No nos desampares”, y al principio del pasúk 10
dice: “Koh”. / “Así”. La palabra: Janukáh está codificada en estas
palabras mencionadas anteriormente:
En
el pasúk 9, en la palabra: “Tanijenu” encontramos las letras: Jet, Nun y Vav, y
en el pasúk 10 hallamos las letras: Caf y Hei. “No nos desampares” es el clamor de
Yirmeyahu hacia el Eterno, así como Él Hizo con nuestro pueblo en tiempos de
los Makkabim al derrotar a los griegos.
Entonces
podemos pedirle a Él: “Y
aun hasta la vejez y las canas; oh Dios, no me desampares” (Tehilim 71:18). La respuesta del Elyón será afirmativa
y contundente: “Y hasta la vejez Yo mismo, y hasta las canas los soportaré Yo:
Yo hice, Yo llevaré, Yo soportaré y guardaré” (Yeshayahu/Isaías 46:4).
¡Tenemos
la victoria asegurada pues El Eterno nunca nos abandona!
¡Jág Janukkáh Saméaj J¡
Por: Thyto Eliyahu Ovadyah y Rivkáh
Jayáh Xiomara.
Excelente info!!! Todáh!!
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