Divrei Eliyahu Ovadyah
La
Toráh del Eterno comienza explicándonos: “Bereshit Bará Elohim Et HaShamáyim
Veet Haáretz”. / “En el Principio Creó Di-s los cielos y la tierra”. No dice
que el universo fue un resultado de la naturaleza debido a cambios químicos,
sino que Boré HaOlám fue el Artífice de todo cuanto existe. Tampoco intenta
explicarnos que El Shadday siempre ha existido, más bien nos enseña, que es un
hecho real que El Altísimo es Eterno, y nosotros no podemos comprenderlo a
cabalidad, pero si podemos saber que Su Voluntad es que nuestra vida sea una
Bendición a Su lado. Dice un Midrásh que la letra Álef fue a quejarse ante el
Eterno, debido a que la letra Bet fue escogida en vez de ella para escribir la
Toráh. Entonces el Eterno le contestó: “Yo tengo un lugar mejor preparado para
ti”. Cuando El Makóm Pronunció las Aserét HaDivrót, comenzó con la letra Álef
Diciendo: “Aní A. Eloheija”. / “Yo soy El Eterno Tu Di-s”. Allí la letra Álef
recibió su recompensa, ¡Esperemos por la nuestra!. Continúa relatando el
Bereshit: Y la tierra estaba caótica y desolada, y el Espíritu de Di-s se
cernía sobre la faz de las aguas. Y dijo Di-s: Sea la luz.
Estos Pesukim
aluden a las diferentes etapas del Bet HaMikdásh: Y la tierra estaba caótica
y desolada simboliza su destrucción, y el Espíritu de
Di-s se cernía sobre la faz de las aguas, alude a que aún estando en el
Galút/Exilio después de la destrucción del Bet HaMikdásh, la Toráh y la
Presencia de Di-s permanecen con nosotros. Y dijo Di-s: Sea la luz, significa
que el Eterno iluminará el mundo con la luz del Mashíaj (Yeshayahu 60:1).
Primer día: Vio Di-s que la luz era buena y separó Di-s la luz de la oscuridad.
Llamó Di-s a la luz día y a la oscuridad llamó noche. Fue el anochecer y fue la mañana, un
día. Segundo día: Hizo Di-s el firmamento y separó las aguas que estaban debajo
del firmamento de las aguas que estaban por sobre el firmamento, y fue así.
Di-s llamó al firmamento “cielos”. Fue el anochecer y fue la mañana. ¿Por qué Moshé
no escribió en la Toráh que en este segundo día: “Vio Di-s que era bueno”? La
tradición nos aclara: Debido a que El Eterno separó las aguas, y esto nos
muestra que a Él no le agradan las separaciones.
Tercer
día: Dijo Di-s: “Que las aguas por debajo del cielo se junten en un área y que
aparezca la tierra seca”. Y fue así. Di-s llamó a lo seco “tierra”, y al
conjunto de las aguas llamó “mares”. Di-s vio que era bueno, Cuarto día: Dijo Di-s: “Haya luminarias en el
firmamento del cielo para separar el día de la noche y que sirvan como
presagios y para las Festividades, los días y los años y vio Di-s que era
bueno. Quinto día: Dijo Di-s: “Produzcan las aguas enjambres de criaturas vivientes
y seres voladores que vuelan sobre la tierra, a través de la expansión del
cielo”. Y vio Di-s que era bueno. Sexto día: Dijo Di-s: “Que saque la tierra criaturas vivientes, cada una
de acuerdo a su especie: animales, seres que se arrastran y fieras de la
tierra, cada una según su especie Creó Di-s al hombre a Su imagen, a imagen de
Di-s lo creó, varón y mujer los creó. ¿A quién se dirigió El Eterno cuando
dijo: Hagamos un ser humano? El Midrásh y la tradición nos dicen que Él hablaba
con los malajim y el universo.
Vio
Di-s todo lo que había hecho, y resulta que era muy bueno. Fue el anochecer y
fue la mañana, el sexto día. El artículo definido en Hebreo para
“el”, en el pasúk 31 del Pérek 1 es la letra Hei, por ello al decir la Toráh:
HaShishi/El sexto, significa que Di-s condicionó a Israel a aceptar los cinco
libros de Su Toráh en la creación. En este mismo pasúk 31 se encuentra
escondido el Nombre del Eterno: La letra Yud se encuentra al principio de la
palabra Yom/Día, la letra Hei, de igual forma en la palabra anteriormente
citada: HaShishi/El sexto. Continuando en el Pérek 2, Pasúk 1, la letra Vav la
encontraremos al principio de la palabra: Vayejulu/Y fueron terminados, y
finalmente la letra Hei la localizaremos de igual manera en la palabra: HaShamáyim/Los
cielos. Y acabó Di-s en el día séptimo su obra que hizo, y reposó el día
séptimo de toda su obra que había hecho. Y bendijo Di-s al día séptimo, y
lo santificó, porque en él reposó de toda su obra que
había Di-s creado y hecho. Parece que la Toráh dice que El Eterno trabajó en el
día de reposo, pero no es así, pues la correcta interpretación de este pasúk
es: ¡En cuanto El Eterno Cesó su trabajo comenzó el Shabbát!
Cuando los Judíos guardamos el Shabbát estamos reconociendo que el
universo tuvo un Creador, además de recordar nuestra salida de la tierra de
Mitzráyim donde fuimos esclavizados. (El Eterno no necesita descansar, pues no
es afectado por la frágil naturaleza humana, Él quiso que Su acto de reposar en
Shabbát fuera imitado por nosotros Sus hijos, debido a ello santificamos el
séptimo día como Di-s Lo Hizo). No olvidemos que son tres Mitzvót respecto al
Shabát: 1.-Guardarlo (Devarim 5:12), 2.- Recordarlo (Devarim 5:15) y 3.-
Santificarlo (Shemót 20:8). Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra
cuando fueron creados, el día que El Eterno Di-s hizo la tierra y los cielos.
Durante la narración de la creación del universo por El Eterno, en
el Pérek 1 nunca se menciona Su Nombre, en cambio se utiliza el Nombre:
Elohim/Di-s, que tiene un valor numérico de: Álef=1, Lámed=30, Hei=5, Yud=10 y
Mem=40, total=86, este es el mismo valor numérico de la palabra: Hatevá/La
naturaleza: Hei=5, Tet=9, Bet=2 y Áyin=70, total=86. ¡De esta manera podemos saber con certeza que el universo no es un capricho de la naturaleza, sino que EL Elyón Creó todo cuanto existe! El Pasúk 4 del
Pérek 2 nos informa: “Estos son las orígenes del cielo y de la tierra cuando
fueron creados, el día que El Eterno Di-s, hizo la tierra y el cielo. Esto
quiere decirnos, que si el universo hubiera sido creado únicamente con
Misericordia o Severidad de parte del Eterno, entonces no hubiera subsistido,
por eso la Toráh mencionó anteriormente: El Eterno Di-s hizo la tierra y el
cielo, pues el nombre: Elohim/Di-s denota Severidad, y el Nombre del Eterno de
cuatro letras denota Misericordia. Para que exista un balance en las leyes
físicas y espirituales es necesario que existan estas dos condiciones
anteriormente descritas.
El Eterno Dice la prohibición al ser
humano de no comer del árbol del conocimiento del bien y del mal, y entonces
declara que hará una ayuda frente a él (Esto quiere decir que si el hombre es
meritorio, su esposa será su ayuda, pero si no lo es, entonces ella será su
estorbo). Di-s hizo caer un profundo sueño sobre Adam, y éste se durmió.
Entonces tomo uno de sus lados (El Hebreo no dice costilla sino lado), y cerró
con carne en su lugar (Rashí afirma, que claramente aquí dice que El Eterno
separó la parte masculina de la parte femenina de Adam). La mayoría de las
personas piensan que El Eterno Creó solamente a un varón, y en efecto lo hizo,
pero con su contraparte femenina unida a su espalda, era un ser andrógino
inconsciente de su propia naturaleza en esos momentos, por eso leímos
anteriormente que Bereshit dice claramente: “Varón y mujer los creó”.
Adam quedó
sorprendido al ver su contraparte femenina que exclamó: ¡“Esto es ahora, hueso
de mis huesos y carne de mi carne!. Ésta será llamada ishá, porque del ish ha sido tomada”. Por eso, el hombre
deberá dejar a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y serán una sola
carne. Las palabras que la Toráh usa para describir a
ambos sexos del ser humano nos muestran que no se puede existir uno sin el
otro: Isháh/Mujer, posee un valor numérico de: Álef=1, Shin=300 y Hei=5,
total=306, e Ish/Hombre tiene un valor de: Álef=1, Yud=10 y Shin=300,
total=311.Si sumamos el total de ambos valores: 306+311, el resultado es:
617.
Exactamente
este es el mismo valor numérico de la palabra: Habrit/El pacto (Bereshit 9:12):
Hei=5, Bet=2, Resh=200, Yud=10 y Tav=400, total=617. La pareja al unirse en
matrimonio ante El Eterno realizan un Pacto de fidelidad y amor el uno para con
el otro, deben respetarse y buscar agradarse mutuamente, así como criar a sus hijos
en el temor del Eterno. Estaban ambos desnudos (Arumim), el hombre y su mujer,
pero no se avergonzaban. El Najásh/Serpiente era el más astuto (Arum)
de todos los animales del campo que El Eterno hizo, y dijo a la mujer: “¿Así
que Di-s, dijo que no coman de ninguno de los árboles del Jardín?”. “Del fruto
de los árboles del Jardín podemos comer”, respondió la mujer, “pero en cuanto
al fruto del árbol que está en medio del Jardín, dijo Di-s: “No coman de él ni
lo toquen, no sea que mueran”. ¡Serán como Di-s/dioses si lo
hacen!
El
serpiente del Gan Edén, era un ofidio muy diferente a los que conocemos hoy en
día, pues era un ser inteligente (Astuto/Arum/Desnudo) que podía hablar, además
era macho y no hembra, por eso pudo comunicarse con la mujer que era objeto de
su deseo. Todos conocemos que la mujer comió del árbol, y le dio a comer
también a su marido, y ambos transgredieron la Mitzváh del Eterno de no comer
del árbol del conocimiento del bien y del mal, que precisamente no era una prohibición
para siempre, sino que perduraba hasta que comenzara el día de Shabbát (El ser
humano pudo esperar unas horas más para comerlo, pero siempre estamos “comiendo
ansias” para todo y nos precipitamos al hacer las cosas).
El Midrásh dice que los
cuerpos de Adam y Javáh eran transparentes, rodeados de la luz del Eterno, la
cual perdieron al desobedecer. Fueron expulsados, con la prohibición de volver
jamás al Gan Edén. que era un huerto que El Eterno plantó al oriente de Edén
(Bereshit 2:8), no era toda la tierra un paraíso como la gente comúnmente cree.
Conoció Adam a su mujer y dio a luz a Kayín, y volvió a dar a luz a su hermano
Hevel (La Toráh She Be Alpé/Oral nos narra que Kayín nació junto a una hermana
melliza, y Hevel con dos, así que fue un parto quíntuple). Como sabemos Kayín y
Hevel hicieron ofrendas al Eterno del producto de la tierra y de las ovejas, de
las cuales solo fue acepta la de Hevel (No por el contenido en sí de la
ofrenda, sino que El Eterno conocía las intenciones de ambos). Debido a este
suceso los Jajamim Jazal explican que la prohibición de Shaatnez (Usar lana y
lino juntamente) de la Toráh (Devarim 22:11) está basada.
Corroído por la envidia Kayín mata a Hevel, y es castigado por
Di-s debido a esta falta: “Errante y extranjero serás en la tierra”. (Bereshit
4:13). Entonces El Eterno puso señal en Kayín, para que no lo hiriese
cualquiera que le hallara (4:15). El Midrásh dice que esta señal pudo ser: Una
especie de cuerno, o una letra del nombre del Eterno en la frente de Kayín.
Además nos narra que la tierra temblaba a su paso, y que los animales huían de
su presencia diciendo: “Ahí viene aquel que mató a su hermano”. Finalmente
Kayín pudo establecerse en la tierra de Nod y casarse con una mujer, pues hizo
media Teshuvá, o sea no se arrepintió completamente de su homicidio. Leméj el
quinto descendiente de Kayín tuvo con su segunda esposa Tziláh a su hijo Tuval
Kayín. La Toráh registra el famoso dicho de Leméj:
“Y dijo Leméj a sus
mujeres: Adah y Tziláh, escuchen mi voz; Mujeres de Leméj, escuchen mi dicho:
Que hombre mataré por mi herida, Y joven por mi golpe: Si siete veces será
vengado Kayín, Leméj en verdad setenta veces siete lo será”. Ha causado
controversias que significa realmente esta sentencia, cuando un servidor leyó el Midrásh Bereshit, entendió el
significado de esta pasúk de
una vez por todas: “Leméj salió a cazar junto a su hijo Tuval Kayín, porque era
corto de vista. Tuval Kayín le avisó que un animal estaba cerca de ellos, Leméj
apuntó con su arco y flecha al objetivo, por indicaciones de su hijo y acertó
en el blanco. ¡No era un animal, sino Kayín!, entonces cuando Tuval Kayín le
informó que había matado a su ancestro, Leméj se dio de golpes en la cabeza
consternado, y también por accidente mató a su propio hijo Tuval Kayín".
Después de muchas generaciones cuando Leméj tenía
ciento ochenta y dos años tuvo un hijo y lo llamó: Nóaj/Descanso, pues dijo:
“Este Yenajamenu/Nos dará descanso. Nóaj fue de quinientos años cuando fue
padre y engendró a Shem, Jam y Yafét (Yafét era el hijo mayor, pero la Toráh
menciona primeramente a Shem porque de él descendería Avraham Avinu). Los
hombres comenzaron a multiplicarse sobre la superficie de la tierra y les
nacieron hijas, y cuando los hijos de los poderosos vieron que eran hermosas,
tomaron para sí mujeres. Entonces Dijo El Eterno: “Mi Espíritu no continuará
debatiendo eternamente. Él no es más que carne. Sus días serán ciento veinte
años”.
Los Nefilim (Caídos porque ellos provocaron la decadencia del
mundo terrenal) estaban en la tierra en aquellos días, y también después. Los
hijos de los poderosos cohabitaron con mujeres y ellas les dieron hijos. Los
Nefilim eran gigantes hijos de los malajim que vinieron a habitar entre los
humanos. El Eterno vio que era grande la maldad sobre la tierra, y que los
pensamientos del corazón del hombre eran siempre malos. El Eterno reconsideró
haber hecho al ser humano sobre la tierra y se afligió en su corazón. Entonces
Dijo: “Disolveré de la tierra al ser humano que he creado: desde el hombre
hasta el animal, hasta los que se arrastran y los seres que vuelan por el
cielo, porque me arrepiento de haberlos hecho. ¡Que declaración tan triste Hizo
El Shadday!, más sin embargo: ¡Nóaj le Agradó al Eterno!
Haftaráh Bereshit: Yeshayahu/Isaías 42: 5 – 42: 21.
5 Así dice Di-s El Eterno Quien crea los
cielos y los establece, Quien extiende la tierra con todo cuanto crece en ella,
Quien da un alma a la gente que sobre ella y un espíritu a los que caminan por
ella. 6 “Yo soy El Eterno te llamé en rectitud, tomé tu mano, te protegí y te
señalé para llevar al Pueblo hacia el Pacto para ser luz de las naciones 7 para
que abras los ojos ciegos, para que saques al prisionero de su reclusión, a los
moradores de la oscuridad de la prisión. 8 Yo soy El Eterno éste es Mi nombre,
Mí gloria no la daré a otro ni Mi alabanza a los ídolos. 9 Mira, las anteriores
ya se cumplieron, ahora relataré otras antes de que salgan a luz Yo se
las hago saber a ustedes". 10 ¡Entonen al Eterno un cántico nuevo, Su
alabanza desde el límite de la tierra.
La
enseñanza que nos muestra la Toráh, es que tenemos un Creador que Nos Ama,
Cuida y Acompaña en todo momento, pero somos nosotros quienes a veces por
nuestra conducta rechazamos su compañía y cariño por cosas tan triviales, que
no nos dejan ver que nuestra Bendición/Éxito en todas las áreas de nuestra vida
depende completamente de Él. La fragilidad humana se hace presente en momentos
de duda y desesperación.
¿Qué
hubiera pasado si Javáh en vez de obedecer al serpiente, le hubiera preguntado
a Di-s, si era correcto seguir escuchando al reptil parlante? ¿Si Kayín hubiera
pedido consejo al Eterno habría matado a su hermano? Si los malajim que pecaron
con mujeres al semejarse con los hombres hubieran escuchado la Voz de Di-s
cuando les dijo: ¡Pecarán si van a la tierra!, entonces no habrían fallado.
¿Cuándo tú tienes duda en cuanto alguna situación difícil hablas con Di-s? o
¿Eres sabio en tu propia opinión? ¡Para que El Eterno Nos Guíe a Través de Su
Espíritu y de Su Toráh, debemos Permitírselo!
24
de Tishrei de 5775/18 de Octubre del 2014, Hermosillo, Sonora, México.
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