Antes que nada quiero aclarar que Tzémaj el Mashíaj, debe ser varón, un
descendiente de David HaMélej, hijo de padres Judíos, además debe ser casado y
tener hijos. No es El Eterno encarnado en forma de hombre, sino un fiel
cumplidor de la Toráh que puede guiar a nuestro Pueblo Israel y llevarlo hacia la Gueulá Ajaronáh/Redención Final.
Ya lo dijo el profeta, que HaKadósh Barúj Hu no miente, ni tampoco es un
ser humano: “Y
también el Vencedor de Israel no mentirá, ni se arrepentirá: porque no es
hombre para que se arrepienta”. (Shemuel Álef/1 Samuel 15:29).
Esta
es la Avodá o función que debe realizar:
"El Rey Mashíaj se levantará y renovará la dinastía de David, como
era en los primeros tiempos. Él construirá el Santuario y reunirá a los dispersos de Israel.
Todos los estatutos serán restablecidos como en los tiempos anteriores.
Los sacrificios serán ofrecidos y los años Sabáticos y el Jubileo
serán observados, como lo manda la Toráh". (Mishné Toráh, Séfer Shoftim,
Hiljót Melajim uMiljamót, Pérek 11, Ley 1).
La unidad de nuestro pueblo perdurará:
“He aquí, Yo tomaré a los hijos de Israel de entre
las naciones por donde han ido, y de todas partes los reuniré y haré
regresar a su propia tierra. Y haré de ellos una
nación en esta tierra, en los montes de Israel. Todos estarán bajo un
solo rey, y nunca más serán dos naciones ni estarán divididos en dos reinos”. (Yeshayahu
37:21-22).
Y viviremos en Éretz Israel confiadamente:
“Yo
haré volver a los cautivos de Mi pueblo Israel y edificarán las ciudades
desoladas y las habitarán. Los estableceré en su tierra y no serán
desarraigados más de la tierra que les di, dijo D-os, tu D-os”. (Amós 9:14-15).
Digamos
como David HaMélej: “Barúj Habá BeShem A. “/“Bendito el que viene en el Nombre
del Eterno”. (Tehiláh 118:26).
Por:
Thyto Eliyahu Ovadyah.
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