30 agosto 2014

Parashá Shoftim: Devarim/Deuteronomio 16:18 - 21:9, Por: Maestro Thyto Eliyahu Ovadyah Humberto.


Divrei Eliyahu Ovadyah

La Toráh comienza diciéndonos en esta Parashá Shoftim: “Deberás designar jueces y policías en todas tus ciudades que El Eterno tu Dios te da para tus tribus. Ellos administrarán con rectitud la justicia del pueblo. No perviertas la justicia, no hagas favoritismos, ni aceptes soborno, pues el soborno enceguece los ojos de los sabios y distorsiona las palabras justas”. Aquí se menciona también la principal Mitzvá a cumplir: “Tzédek, Tzédek Tirdof”. / "La Justicia, la justicia seguirás”. Todos los pueblos de la tierra necesitan un sistema de regulación de leyes que rijan la conducta de sus habitantes, e Israel no es la excepción, ya que precisamente por ese motivo tenemos la Toráh que significa: Instrucción.



La Toráh del Eterno es perfecta, por ello demanda la excelencia del ser humano a través de ella. Se nos prohíbe cometer Avodá Zará (Literalmente Servicio extraño: Idolatría) ante un dios ajeno al Eterno, tampoco debemos ofrecer animales defectuosos en el altar. En la actualidad que no tenemos el Mishkán, ni Bet HaMikdásh, la ofrenda o korbán sale directamente de nuestros labios (Hoshea 14:2), y debe ser totalmente sincera, libre de hipocresía y engaño. La palabra Mishkán contiene un acróstico que nos enseña la cuádruple guía espiritual para nuestro pueblo implementada por El Eterno: Su letra Mem alude a Mélej/Rey, su letra Shin alude a Shófet/Juez, su letra Caf alude a Kohén/Sacerdote, y finalmente su letra Nun alude a Naví/Profeta.


Para designar a un Rey, éste debe ser elegido por El Eterno nuestro Dios, y no puede ser un extranjero. Cuando se siente en el trono de su reino tendrá que escribir dos copias del rollo de esta Toráh, y deberá leerla todos los días de su vida para que aprenda a reverenciar al Eterno su Dios, cuidando todas las palabras escritas en ella, para que no se aparte del mandato ni a derecha ni a izquierda, para que él y sus hijos tengan un largo reinado sobre Israel. En este momento no hay un rey humano reinando sobre Israel, pero tenemos al mejor de todos ellos: Al Rey de Reyes: ¡El Rey de Gloria!. La mayoría de los Judíos esperan al Mélej HaMashíaj/El Rey Ungido que reinará en Israel y sobre las naciones para traer perfección a esta tierra. Lo mejor es comenzar a hacer Tikún/Corrección de nuestra alma y del mundo, desde este preciso momento con Ayuda del Shadday el Rey Eterno, y no esperar a que llegue una persona a resolver nuestros problemas.


Los Leviim no tienen parte en la tierra entre los hijos de Israel, pues HaKadósh Barúj Hu es su Herencia, ellos comerán de las ofrendas de fuego y de los sacrificios para El Eterno. Se nos advierte que cuando entremos a la tierra de Israel, no debemos cometer las prácticas abominables de los pueblos como: Pasar a nuestros hijos por el fuego, no hacer adivinación, hechicería, magia, invocar a los muertos consultando médiums o hacerlo directamente, no consultar oráculos  (Preguntar a dioses ajenos), pues todo esto es abominación ante El Eterno nuestro Dios, y precisamente por cometer estas prácticas, esas naciones son expulsadas de la tierra. Se nos informa también escuchar al profeta designado por El Eterno, ya que Él pondrá Sus Palabras y ordenanzas en la boca del profeta para enseñarnos. Por tanto,  la persona que no obedezca Mis Palabras Dice El Eterno le pediré cuentas por ello.  La palabra Naví/Profeta (Devarim 18:15) y la palabra Vanagued/Y dijo (Bereshit 43:7), tienen el mismo valor numérico: Naví: Nun=50, Bet=2, Yud=10 y Álef=1, total= 63/ Vanagued: Vav=6, Nun=50, Guimel=3 y Dálet=4, total=63. El profeta es la Boca del Eterno sobre la tierra, pues dice solo lo que El Eterno le ha ordenado. En Su Toráh y Tanáj han quedado registradas las palabras que han hablado en Su Nombre, a través de los siglos  las personas designadas especialmente por Él.


Neviim Rishonim/Profetas primeros 



Neviim Ajaronim/Profetas Postreros


El profeta que tenga la osadía de decir en Mi Nombre palabras que Yo no le he mandado decir, o que hable en nombre de dioses ajenos, ese profeta debe morir. ¿Cómo podemos saber si el profeta habla en Nombre del Eterno? Si no se cumple lo que ha dicho, entonces es un profeta falso ¡No hay que temerle!, pero si se cumple lo que ha profetizado, entonces verdaderamente El Shadday Ha Hablado por medio de él. Cuando una persona cometa un homicidio no intencional, entonces deberá ir a resguardarse en una ciudad de refugio, pues la persona debe correr por su vida, ya que no es culpable por ello. En cambio si una persona odia a otra, le tiende una trampa y la mata, y huye hacia una de las ciudades para evitar ser castigado, entonces los ancianos de su ciudad mandarán a buscarlo y lo entregarán en manos del vengador de la víctima para que muera. Que tu ojo no tenga piedad y elimina a todos los que derraman sangre inocente en Israel.


Los límites de la propiedad de una tierra deben respetarse y no pretendas extender sus límites ya que fueron fijados por herencia en la tierra que te ha dado El Makóm. No será suficiente un solo testigo para condenar a una persona a muerte. En presencia de dos o tres testigos se decidirá todo asunto. Si se levantan testigos falsos contra alguien, deberán los dos litigantes presentarse ante los Kohanim y ante la corte que actúe en aquellos días ante El Eterno. Los jueces tendrán que investigar profundamente el caso, y si resultan culpables deberán ser castigados con la misma acusación falsa que hicieron. Así eliminarás de ti el mal. Si sales a la guerra contra tu enemigo y ves caballos, carros y un ejército más numeroso que tú, ¡No les temas, pues El Eterno Tu Dios que te sacó de Mitzráyim está contigo, pues te acompaña para luchar en contra de ellos, Él es HaShem Tzebaót/De los Ejércitos!


Se dan indultos en la guerra para las personas que construyeron una casa, que están comprometidos en matrimonio, tienen desánimo o miedo para evitar que el ejército se debilite. El trato humanitario hacia el enemigo es primordial, por eso el Tzahál es un ejército que tiene valores basados en la Toráh: Primeramente se debe ofrecer la paz al contrario, y si acepta el ofrecimiento de paz, deberá pagar impuestos y ponerse ante el servicio de Israel. Pero si no acepta la paz, entonces la ciudad deberá ser sitiada (Como en el caso de Gaza, pues nuestro ejército actúa conforme a la Toráh). Se nos ordena que si la ciudad está sitiada por varios días, y estamos luchando contra ella para tomarla, no debamos destruir sus árboles, pues servirán para alimentarnos, solamente los que no den fruto podrán ser derribados.


Si se encuentra un cadáver tirado en el campo, en la tierra que El Eterno nos ha dado y no se sepa quién lo mató. Los ancianos y jueces deberán ir y medir la distancia desde el occiso hacia la ciudad más próxima, Entonces los ancianos de esa ciudad deberán tomar una becerra, a la que no se le haya puesto yugo y llevarla hasta un valle rocoso que no haya sido cultivado, ni sembrado y la decapitarán. Se acercarán los Kohanim y los ancianos, lavarán sus manos sobre la becerra y deberán declarar: “Nuestras manos no derramaron esta sangre y nuestros ojos no vieron, Perdona a este pueblo que Tu Eterno redimiste, no permitas que sangre inocente esté en medio de Tu pueblo”. Por lo tanto se les perdonará el derramamiento de aquella sangre, pues habrás(n) hecho lo correcto delante de los ojos del Eterno.

No derrames sangre inocente 



Haftaráh Shoftim: Yeshayahu/Isaías 51:12 - 52:12.


12 Soy Yo, Yo, Quien los consuela. ¿Por qué les temes a hombres mortales, criaturas humanas que son como la hierba? 13 Te olvidaste del Eterno, tu Hacedor, que extiende el firmamento y puso los cimientos de la tierra. Continuamente vives aterrado, sin cesar, por la furia del opresor que se prepara para destruirte. ¿Pero dónde está la furia del opresor? 14 El cautivo rápidamente será liberado y no morirá en el sepulcro y no le faltará pan. 15 Pues Yo soy El Eterno Tu Dios, Quien agita el mar y rugen las olas, Cuyo Nombre es El Eterno de los Ejércitos. 16 Yo puse Mis palabras en tu boca, y a la sombra de Mi mano te protegí, para implantar el firmamento y cimentar la tierra y para decirle a Tzión: “Tú eres Mi pueblo!”.

El mensaje que El Eterno desea transmitirnos, es que tenemos seguridad plena para vivir tranquilos, seguros y con la paz suficiente, de modo que no debamos preocuparnos por nuestro bienestar espiritual, emocional y físico. Él proveerá para todo cuanto necesitamos, y hará justicia sobre nuestros adversarios; solo debemos Confiar en Él y cumplir sus Mitzvót. Tal como dice la presente Parashá Shoftim al principio: “La Justicia, la justicia seguirás”: Esa Justicia la encontraremos en Su palabra al ponerla en práctica, pues Su Toráh es la guía de nuestras vidas, y es la seguridad para nuestras almas. El Eterno es nuestro Juez y Rey Supremo, pues ya lo dijo el Mashíaj: “Levántate, oh Juez de la tierra”. Tehiláh 94:2. ¿Quién es este Rey de gloria? El Eterno de los ejércitos, Él es el Rey de la gloria. (Selah.) Tehilá 24:10.
¡Shabbát Shalóm VeShavúa Tov!

04 de Elúl de 5774/30 de Agosto del 2014, Hermosillo, Sonora, México.

Por: Maestro Thyto Eliyahu Ovadyah Humberto.

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