La belleza de la mujer no está en la ropa que usa, en la figura
que tiene o en la manera en que se arregla su cabello. La belleza de la mujer
no está en su rostro, sino que debe ser vista a través de sus ojos que finalmente
son el reflejo de su alma.
La belleza de la mujer está en el cultivo que ella
hace de su espiritualidad, de su femineidad, y de su modestia.
No olvides que la belleza crece con el tiempo en la medida que
veamos en nuestro interior.
Querida reina de Israel: no pierdas la oportunidad
de traer la Shejiná (presencia Divina), "vive con el debido recato, compórtate
con honor como la hija de Quien eres, porque la mujer que es superior es la que
se estima más por sus cualidades que por su hermosura".
Ten siempre buena presencia, cuida tu imagen, tu palabra educada
y refinada, cuida tu comportamiento en cualquier momento para no
desvalorizarte. Recuerda que eres una dama.
Siempre ten en cuenta que a través de tu vestimenta reflejas
quien verdaderamente eres "una gran mujer".
Valórate a ti misma para que te valoren, respétate a ti misma
para que te respeten.
En este sentido, te ofrezco unos tips de belleza:
- Para labios atractivos: Hablar con palabras amables.
- Para ojos adorables: Ver solo lo positivo de las personas.
- Para unas manos hermosas: Ayudar a los demás.
- Para unos pies firmes e impecables: No pasar por encima de
nadie.
- Para un porte especial: Nunca olvides que eres la hija del
Rey.
Si te gustó esta publicación: ¡Compártela!